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Técula Mécula de ‘Casa Fuentes’ (Olivenza, Badajoz)

El pedazo de pastel que se quedó en Olivenza

19/11/2024 –

Actualizado: 14/12/2022

La pastelería ‘Casa Fuentes’, regentada actualmente por la tercera generación, conserva intacta la receta de la Técula Mécula, un dulce conventual a base de almendras y yema de huevo. Un viajero portugués se la entregó a la familia hace más de ochenta años y actualmente es un emblema de Olivenza, ya que la tarta y la ciudad comparten la simbología del para ti, para mí, para España, para Portugal.
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En Olivenza ya es invierno y se nota. Un reconfortante olor a lumbre sobrevuela la localidad, de casitas blancas y aire portugués. Este pueblo de la provincia pacense, considerado uno de los más bonitos de España, ha sido un pedazo de pastel muy disputado debido a su posición fronteriza. A pesar de que ha pertenecido en varias ocasiones al gobierno luso, desde el año 1801 es un municipio español. No obstante, la biculturalidad está presente en el ambiente y en las calles, nominadas en ambos idiomas.

Tecula Mecula

En una de estas vías (calle Moreno Nieto o Antiga rua do Buraco do Juiz Ouda Esnoga), un puñado de turistas se amontonan frente a un escaparate mientras murmuran: “Aquí es”. Un oliventino que pasa por allí, sonríe y exclama en alto con su particular acento: “Este es el monumento más visitado de Olivenza”.

Tecula Mecula

Estamos ante la pastelería ‘Casa Fuentes’, fabricante de la auténtica Técula Mécula. Este dulce, sofisticado y artesanal, ya forma parte del patrimonio gastronómico de Extremadura y hemos querido averiguar el por qué. Para ello hay que remontarse más de 80 años atrás, ya que la pastelería actualmente está administrada por la tercera generación de la familia Fuentes.

Juan Fuentes y Celestina Martínez regentaban una fonda allá por los años 30, una década en la que la principal moneda era el pagamento en especies. Según cuentan sus nietos -los actuales propietarios-, un hombre pernoctó varios días y, a su partida, como pago por su estancia, tuvo a bien dejar una maleta llena de enseres, en la que se encontraba un recetario portugués. Celestina y Juan –conocido como Juanito el de la fábrica porque dormía al lado de los sacos de harina para que no se los robasen-, no podían ni imaginar todavía la trascendencia y el recorrido que tendría aquel objeto.

Tecula Mecula

Ella, que ya elaboraba dulces locales, heredados en gran parte de la repostería portuguesa (raibiñas, pestiños, asubias…), comenzó a ojear el libro de recetas y decidió hacer una tarta de almendra y yema que le llamó la atención. Se llamaba técula mécula y se sospecha que su origen está en un convento del Alentejo.

El mejor ‘souvenir’ de Olivenza

Este postre gustó mucho a los oliventinos y el matrimonio, que empezó a intuir la grandeza de lo que tenían entre manos y habían fundado en agosto de 1942 la pastelería obrador ‘Casa Fuentes’, decidió registrar las marcas Técula y Técula Mécula, que etimológicamente significa “para ti, para mí” o “para compartir”. Era el año 1974 y aquel pastel era una metáfora de Olivenza, una ciudad para ti y para mí, para España y para Portugal. Años después, cogieron el testigo las hijas del matrimonio: Rosa y Carmen Fuentes, siendo esta última la que más cargo se hizo, tal y como indican sus sucesores. “Para mi madre Carmela esto era su vida. De hecho, ella quería morirse aquí”, recuerda José Ignacio Rodríguez, uno de sus cuatro hijos.

Tecula Mecula

Carmela, con sus característicos labios rojos y su habitual pañuelo en el cuello, consolidó el negocio a base de su eterna sonrisa y su constancia. Y es que vivía en una casa aneja a la trastienda. “Antes no había horarios y si venía alguien a las dos de la mañana, mi madre le atendía en bata”, recuerdan los actuales propietarios. Ellos se criaron allí, en un espacio que aún conserva intactos los sillones, la mesa camilla o la incómoda silla de formica, donde se sentaban para estar alerta por si llamaba alguien al timbre. “Los hermanos nos íbamos turnando para atender”, cuentan. También rememoran cómo iban con una carretilla hasta el despacho central de Renfe a por los sacos o cómo pelaban las almendras con una piedra. Una a una.

Tecula Mecula

En la trastienda los encargos se pinchan todavía en un corcho y alguna que otra imagen religiosa preside la salita. Carmela era una mujer muy creyente y le gustaba ir a misa diaria. Sus hijos respetan y conservan sus tradiciones y, de hecho, hay bastantes fotos suyas en la estancia. También en la tienda, de paredes blanquiazules y motivos dorados. Una especie de cielo de lo dulce.

En 2002, tres años antes de fallecer, Carmen compró la parte de su hermana. Sus hijos Celestina, José Ignacio, Juan Manuel y Carmen Pilar Rodríguez Fuentes son los propietarios y actualmente todos se dedican al negocio. Celestina y Carmen Pilar son la cara más visible, pues muchos años las avalan tras el mostrador blanco, derritiendo paladares con su famosa Técula y diversos bocados que también elabora esta casa: sollamados, merengues, tarta de nueces y licor de bellota, sultanas, piononos, cazuelitas… Delicias que Juan Manuel lleva elaborando en el obrador toda su vida. José Ignacio es el único que se ha dedicado a otro sector, pero desde los cuatro últimos años echa una mano a su familia con gestiones varias y asesoramiento.

Tecula Mecula

Un bocado muy navideño

La Técula Mécula es atemporal, pero todo lo que lleva almendra es susceptible de consumirse en Navidad. Y como la almendra es el principal ingrediente de este dulce oliventino, en el mes y medio que va desde principios de diciembre hasta mediados de enero, ‘Casa Fuentes’ fabrica la mitad de la producción de todo el año. Además, con su significativo “para compartir”, es la excusa ideal para reunir a toda la familia en una larga sobremesa. Esperan vender algo más de 2.000 unidades en este último tramo del año.

Tecula Mecula

En su obrador, situado desde 2017 en el polígono de este municipio de La Raya, trabajan varias personas, entre ellas Juan Manuel, a quien encontramos con las manos llenas de chocolate finiquitando una Técula. De carácter tímido pero accesible, hemos conseguido sacarle la información necesaria para saber cómo es este pastel por dentro. Los ingredientes son almendras molidas, yema de huevo, azúcar, manteca de cerdo, mantequilla y “algún secretillo” que la hace inimitable.

Tecula Mecula

Para comenzar a cocinarla, forran un molde con hojaldre, que le dará firmeza a la tarta. Dentro introducen la mezcla de los seis ingredientes y hornean a 180 º C durante una hora, aproximadamente. Cuando esté lista, la Técula se echará una siesta de treinta minutos, tiempo suficiente para que se enfríe un poco. Por encima le untan una fina capa de crema, elaborada con yema de huevo y azúcar y, por último, la decoran con su singular distintivo: “Técula Mécula, Casa Fuentes” y una R de marca registrada. El chocolate hace de tinta. La elaboran en formato grande (de un kilo), mediano (700 gramos) y, ahora, también hacen miniteculitas de 360 gramos. Este postre, de textura suave y amantequillada, dura en buen estado entre 25 y 40 días.

Tecula Mecula

De vuelta a la calle Moreno Nieto, observamos cómo Carmen Pilar y Celestina salen al umbral a despedir a un turista que lleva dos Téculas para regalar a sus familiares. “Para ti, para mí”, les dirá. Sin duda, una Técula Mécula es la mejor manera de tener a Olivenza en el recuerdo con muito saudade.

‘CASA FUENTES’ - Moreno Nieto, 11. Olivenza, Badajoz. Tel. 924 49 01 69.

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