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Seguirle el paso al chef Dani García es tarea casi imposible. Su actividad es frenética y parece ajena a cualquier crisis. En junio inauguró su formato steak house, 'Leña', en Marbella; acaba de lanzar su línea delivery bautizada como La gran familia mediterránea, y ahora estrena un pedazo de restaurante en Madrid –que suma a 'BIBO' (Recomendado Guía Repsol) y 'Lobito de Mar' (1 Sol Guía Repsol)– en formato brasserie llamado simplemente 'Dani', en la séptima planta del recién nacido hotel 'Four Seasons'.
Y hay mucha expectación por hincarle el diente. Llega en unos días turbulentos, con la capital sacudida por el Covid-19 y la incertidumbre a lomos del sector hostelero. Sin embargo, el cocinero confía en su capacidad para satisfacer a un amplio abanico de paladares con esa mixtura de platos informales y de vanguardia que dan un paseo por más de 20 años de cocina. Hay motivos para visitar su nuevo artefacto. Aquí van cinco.
Dani García se despidió de las exigencias de la alta cocina con el cierre de su mítico restaurante de Marbella a finales de 2019. A muchos foodies les hubiera gustado catar lo que allí se guisaba. Bien, pues ahora tendrán su oportunidad porque aquí García rescata algunas cumbres de su gastronomía, como su famoso tomate nitro con gazpacho verde y tartar de quisquillas; el pollo picantón de corral relleno de foie gras y trufa o el tartar de zanahoria con caviar de AOVE y pipas de girasol.
Que nadie se quede fuera. Esa parece la máxima de una carta con un ticket medio de 70 euros pensada para satisfacer cualquier apetencia. Así, se pueden degustar desde clásicos revisitados: Dani’s Tortilla con cebolla caramelizada y queso blu di bufala, hasta especialidades marinas como el solomillo de atún con encebollado gaditano, apio nabo y acedera roja, caprichos carnívoros como la Dani’s Hamburguesa Rossini con carne de vaca vieja y secreto ibérico con foie gras o ¿por qué no?, una paletilla de cordero lechal.
El producto no se discute y quien quiera tirar la casa por la ventana lo podrá hacer. En ese sentido aparecen sugerencias como una lata de caviar osetra con cangrejo real, crema agria y eneldo; las Dani’s anchoas '00' con emulsión de trufa; o el O-Toro de Barbate aliñado con aceite de oliva y soja blanca. Luego, para deleitar a la tropa vegetariana hay elaboraciones como el arroz cremoso de verduras de temporada o una ratatouille en forma de tartar de tomate seco, zanahoria, apio nabo y calabacín.
Para acompañar el festín cuentan con la experiencia del sumiller Agustín Trapero ('The Fat Duck', 'El Celler de Can Roca' [3 Soles Guía Repsol]…) quien dirige una bodega con más de 400 referencias vinícolas. Añadas especiales, etiquetas de autor, espumosos, vinos de Jerez y oferta de vinos por copas de las principales D.O. patrias. Además, el equipo suma un capo de la mixología como el italiano Luca Anastasio, que tiene repertorio para dar y tomar, tanto en clave de autor como en combinados de toda la vida.
El capitán a cargo de la sala es Manuel Santos e Silva. Otro peso pesado del sector que viene de dirigir el restaurante lisboeta 'Alma' y tiene experiencia en otras sucursales de la cadena 'Four Seasons' en Europa. Su cometido será que los comensales disfruten en la mesa y no se despisten demasiado con las panorámicas, porque la terraza tiene casi 360° para que la mirada se entretenga con las techumbres de la capital. En contraste, el interior lleva la firma del prestigioso estudio sueco de Martin Brudnizki. Estilo colonial modernizado en un espacio que derrocha luz gracias a los ventanales.
Y es que 'Dani' se aloja en el Centro Canalejas, en plena Puerta del Sol; un complejo arquitectónico que alberga, además del 'Four Seasons Hotel Madrid', siete edificios históricos restaurados. Es una construcción que ha visto pasar carros de caballos, tranvías (la parte más antigua data de 1887) y que forma parte de la iconografía madrileña. La confluencia de las calles Sevilla y Alcalá es quizá la imagen más popular rematada con el reloj de agujas y una cúpula dorada.