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En el madrileño barrio de Chamberí tenemos una buena concentración de comercios y restaurantes auténticos y típicos de Italia. Hacemos nuestro particular Giro di Italia donde nunca una pizza nos pareció un mejor plan. La primera etapa podría ser en 'Trattoria Manzoni' (Rosario Pino, 6) donde hacen una con huevos de codorniz, chips caseras y aceite de trufa muy solicitada.
Para media tarde, el aperitivo de 'Nonsolocaffé' (Santa Engracia, 90) y, a la hora de la cena la elección será difícil entre 'Reggienela' (Modesto Lafuente, 76) y 'Premiata Forneria Ballaro' (Santa Engracia, 90), en ambos sitios expertos en pizzas al estilo napolitano. Si lo que queréis, por el contrario, es degustar una auténtica porchetta italiana (bocadillo de cerdo asado), en 'Di Bouno' te la sirven a domicilio, y en 'Oficina 42' y 'La Saletta' son la especialidad. 'Noi' (1 Sol Guía Repsol) es otra apuesta segura, un italiano que se aleja de los tópicos capitaneado por el chef Gianni Pinto. Y el 'Lettera' imprescindible probar sus Spaghetti frutti di mare.
El bocata, entendido como algo que se devora con las manos, habitualmente en la calle, existe en muchas gastronomías del mundo. Eso sí, cada una a su manera y, según el lugar, con nombres diferentes. En Grecia, por ejemplo, son suvlakis y en 'Egeo Suvlakería' (San Carlos, 17) saben cómo hacerlos. La torta mexicana también tiene su hueco en 'DF Bar' (Larra, 23), con especial atención a la de lacón con plátano macho; y el báhn mì tailandés tampoco se podía quedar atrás.
'Arepa Olé' (Pelayo, 2) es el nombre de la franquicia que funciona como embajada del bocadillo venezolano en Madrid y, entre las casi 30 variedades, destacan los éxitos de su país de origen: la Reina Pepinada, la Pelúa y el Pabellón.
Japón, China, India, Tailandia, Marruecos, Cuba... una cuidada decoración, una buena selección de música, un vestuario exótico y una atmósfera mágica pueden transportarte a aquel viaje inolvidable o a ese que nunca encuentras el momento de hacer. 'Hattori Hanzo' (Mesonero Romanos, 17) es el encargado de llevarnos a Japón "más gamberro y alternativo", mientras 'Yakiniku Rikyu' (Castellana, 15) combina recetas niponas con toques coreanos. Su carta propone un festival de entrantes protagonizados por kimchis tradicionales, variado de Namur y yasaiyaki moriawasa –un variado de verduras–, que prosigue con platos como el arroz a la piedra, el Jjigae –una especie de estofado picante–, el Bibimpap –donde todo se mezcla–, el Karubi Ramen –con costilla de ternera– o sus suculentos cortes de Wagyu traído directamente del sur de Japón y que puedes hacerte tú mismo en la parrilla incrustada en la mesa. De postre, imprescindible probar su hit: la maceta de chocolate negro y mousse de café.
Los colores tropicales y el patio central inspirado en la arquitectura colonial cubana de 'Habanera' (Génova, 28) pueden hacer que, por un rato, las temperaturas a veces extremas del foro caigan en el olvido. Y, en un momento, viajamos del Caribe al norte de África: 'Al-Mounia' (Recoletos, 5), con sus 25 años de experiencia a las espaldas es uno de los referentes en comida marroquí de la capital.
Tailandia e India no podían faltar en este recorrido y 'Thai Garden 2112' (Arturo Soria, 207) y 'Swagat' (Núñez de Balboa, 29) respectivamente son dos buenas opciones. El gran jardín del primero y los llamativos colores rosa y azul de segundo garantizan una experiencia difícilmente olvidable.
Al pensar en Nueva Orleans, lo primero que irrumpe en la cabeza es el jazz. Sin embargo, la gastronomía de esta ciudad sureña es una de las más valoradas del país, y algunos de sus sabores están disponibles en la capital. 'Trikki' (Santa Engracia, 109) es el sitio ideal para conocer de primera mano los típicos bocadillos poboys, poniéndole especial atención al de cangrejo de concha suave. La carta, además, abre la puerta a una interesante mezcla de cocina norteamericana con pinceladas venezolanas. Y, como no hay buena cena que no termine con una copa, la coctelería americana 'Baton Rouge' (Victoria, 8) podría ser la siguiente parada, donde el sazerac (cóctel característico de Nueva Orleans) "se vende a litros".
La gastronomía peruana aterrizó hace años en España y –ya lo ha dejado bien claro– lo hizo para quedarse. Para conocer más de cerca una de las cocinas más variadas y exquisitas de América del Sur, existe una gran variedad de restaurantes en Madrid. Uno de los más sofisticados es 'Tampu' (Prim, 13), un acierto total. Las navajas bañadas en mayonesa de aceituna, mango verde y ají chaparita es el plato estrella de este local, ubicado en el barrio de Chueca.
Y si hablamos de Mexicanos, Sara Herrera ('Tepic') y Roberto Ruiz ('Barracuda') proponen dos viajes muy diferentes: el primero, a la tradición de esas recetas de la abuela convertidas en tacos Baja California, mole poblano y aguachiles de camarón; el segundo, a la exótica costa del Pacífico donde degustar desde una lubina a la talla, a un ceviche de langostinos con quesadilla de papa o, el tuétano asado con emulsión de chiles serranos, tostas de maíz con salsa de chiles tatemados y tartar de atún, uno de sus platos estrella.
Cuesta creer que un lugar en concreto tenga tantos establecimientos temáticos en la misma ciudad, pero lo cierto es que en Madrid existen varios lugares que te teletransportan al paraíso tropical con capital en Honolulu. Un ejemplo es 'Aloha Poké' (Libertad, 17), pionero en la especialización de los muy de moda poke bowls. Estas ensaladas, con base de quinoa o arroz y pescado crudo cortado en dados, con acompañamientos y salsas, hace ya un tiempo que empezaron a triunfar en el centro de la capital. Por algo será.
En este recorrido no podía faltar una mención especial a la cocina estadounidense y a su plato estrella. Fue un ciudadano de EE. UU. el que tuvo la idea de colocar un filete de carne picada entre dos rebanadas de pan, dando lugar al invento culinario más potente y rentable del planeta. De este éxito tienen buena parte de culpa las grandes cadenas de comida rápida, pero aquí te recomendamos un concepto alejado de todo eso. Tres lugares donde el sandwich yanki por excelencia se convierte en un verdadero manjar.
En 'Queen Burguer Gourmet' (San Modesto, 34) se pueden probar hamburguesas tan originales como la Cádiz, elaborada con lomo bajo de atún o la Tribecca, con foie y pera. El concepto de 'Alma Mater' (San Bernardo, 97), apuesta por elementos potentes dentro del sandwich: aro de cebolla envuelto en bacon relleno de cheddar y jalapeños o bomba de queso cabrales con confitura de arándanos y beicon son algunos de sus complementos.
Para una hamburguesa japonesa glaseada con salsa teriyaki, de carne de jabalí mechada o de remolacha con quinoa, 'Bacoa' (Carrera de San Jerónimo, 3) es un destino más que acertado. Pero si algún día las ganas de comida rápida nos pueden, 'Five Guys' (Gran Vía 44), la cadena bendecida por Barack Obama en 2019, también tiene una sede en la capital para degustar su queso bien fundido y su beicon crujiente.
A menudo se cae en el error de reducir "lo norteamericano" a Estados Unidos, y también sucede con la gastronomía. La realidad, sin embargo, es que la cocina canadiense también cuenta con diversos platos que hacen las delicias de aquellos que disfrutan con la comida sabrosa y contundente. Especialmente recomendable resulta, en esa línea, el clásico 'La Gamella' (Alfonso XII, 4), con sus agradables vistas al Retiro. Lo que hace diferente a este lugar es que mezcla platos españoles con producto canadiense y a la inversa. Así, ofrecen, por ejemplo, hamburguesa de rabo de toro y de postre, natillas de sirope de arce.
Si después de semejante festín aún surge el gusanillo a mitad de tarde, 'Tim Hortons' (Plaza de Santo Domingo s/n) es el sitio. La cadena canadiense ha elegido España y Escocia para comenzar su expansión internacional y sus grandes vasos de café acompañados de los característicos agujeros de donuts (glaseados y/o rellenos) se ven cada vez con más frecuencia en las calles de Madrid.