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Seguimos la pista de todos esos restaurantes donde el rey Felipe VI y su familia se han dejado ver en los últimos meses. Y no sólo en Madrid, su residencia, también en Zaragoza, Burgos, Valencia o Mallorca, donde la realeza ha disfrutado tapeando, degustando cocina italiana o dándose un buen homenaje gastronómico. Atento, porque hay algún que otro Recomendado y Solete Guía Repsol en su elección.
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Como no podía ser de otra forma, el vínculo del rey Felipe VI con Asturias también se traslada a la mesa. Madrid cuenta con varios restaurantes en los que el recetario asturiano se respeta como si se tratase del propio Principado y, entre ellos, algunos se han situado como referencia para pasar una velada con amigos. Tal es el caso de ‘Ferreiro’ (Aviador Zorita, 32; Recomendado por Guía Repsol), donde se ha podido ver al monarca degustando platos típicos como la merluza a la sidra -uno de los platos icónicos del restaurante- y los bollos preñaos de chorizo asturiano, y ‘La Castela’ (Dr. Castelo, 22; Solete Guía Repsol) donde sus tablas de quesos, anchoas, o saquitos de rape hicieron que se desplazase a uno de los establecimientos más destacados del barrio del Retiro.
A la hora de conmemorar fechas especiales, la que fuera la ferretería más antigua de la capital acogió la celebración del 55 cumpleaños de Felipe VI. El encanto propio de las remozadas carbonerías originales del siglo XVI, donde aún se pueden observar en la decoración muebles y utensilios de su antigua ocupación, se combina con la propuesta de cocina tradicional con una vuelta de tuerca que ofrece ‘Ferretería by EGO’ (Atocha, 57; Recomendado por Guía Repsol). En la carta, donde el jamón cortado al estilo EGO -por Emilio García-Ortigosa, propietario del establecimiento- es un must, se pueden elegir platos elaborados en una cocina de hierro fundido y con leña como la entraña de buey de El Capricho o la escalivada de verduras, y recetas vistosas como su ensaladilla rusa con ventresca de atún o el huevo ecológico a baja temperatura con salteado de chipirones y setas de temporada.
Dentro de las tradiciones culinarias foráneas que alberga Madrid, la cocina italiana figura entre las favoritas de Felipe VI y su familia. Las mesas de ‘Più di Prima’ (Paseo del Pintor Rosales, 30) han acogido a la familia real a la hora de degustar su pasta fresca como artesana, la cual sirven en diversos formatos acompañada de productos gran calidad como su lasaña a la boloñesa con vaca adulta, aunque también elaboran especialidades como el risotto de champagne, parmesano y trufa negra o los gnocchi con queso gorgonzola y nueces. Aunque, si lo que se quiere es probar una pizza real, las favoritas de los Borbón y Ortiz son las que salen del horno de leña de ‘Emma y Julia’, que también las ofrecen en opciones sin gluten.
Y como no todo van a ser opciones de mesa y mantel, a la hora de elegir dónde comer una buena hamburguesa Felipe VI pone rumbo alguno de los locales ‘Alfredo’s Barbacoa’ (Juan Hurtado Mendoza, 11/ Lagasca, 5) y, si solo se va a picar algo o a tomar un buen café, la céntrica cafetería ‘La Bicicleta’ (Plaza de San Ildefonso, 9; Solete Guía Repsol)y sus productos ecológicos han conseguido cautivar a la reina Letizia.
La entrada de la infanta Leonor en la Academia General Militar de Zaragoza trajo consigo la visita del rey Felipe VI a la capital maña, donde encontró acomodo en uno de los restaurantes más valorados de la ciudad. Se trata de ‘Tajo Bajo’ (Plaza de Nuestra Señora del Pilar, 7), donde el chef Rubén Martín conjuga el producto de cercanía con influencias internacionales para crear platos como las gyozas de longaniza y almendra o el solomillo del carnicero con chimichurri aragonés. En el caso del monarca, su elección de platos se inclinó hacia el menú degustación de 35 euros que ofrece el restaurante, en el que también se aprecia ese sello personal del chef en cada uno de los sus seis pases.
La sorpresa fue mayúscula cuando el monarca pasó la puerta del restaurante ‘Puerta Real’ (Plaza del Rey San Fernando, s/n). Durante la reunión con sus compañeros de promoción de la Escuela Naval Militar, Felipe VI pudo compartir con ellos productos burgaleses tan tradicionales como la morcilla, la cecina, chorizos… Todo un desglose del género de la comarca al que siguió un lomo de vacuno y el lechazo que tan bien trabajan en el asador.
La agenda de la Casa Real hace que los viajes por diferentes puntos del país sean constantes. Uno de estos itinerarios tuvo como objetivo la felicitación del medio siglo desde su fundación de la azulejería Porcelanosa y, aprovechando la presencia en la terreta, Felipe VI tuvo a bien probar una paella tradicional en el restaurante 'El Molí' (Carrer del Caminàs, 67), en Puçol. Dentro de los arroces valencianos, la paella es sin duda el más icónico y, si se elabora como en este restaurante al calor de la leña, los matices que se aprecian cuando se degusta esta joya gastronómica valenciana aumentan exponencialmente.
La buena relación que mantienen los reyes con el chef Miguel Cabot ha hecho que les haya podido ver en sus restaurantes en varias ocasiones. La apertura del restaurante ‘Mia’ en Palma de Mallorca (Carrer del Marquès de la Romana, 20), en el barrio de pescadores de Portitxol, ha sido el último motivo para mostrar esa buena sintonía. Su cocina se caracteriza por aunar la tradición mediterránea de arroces y fideuás con toques de innovación inspirados en otras culturas, creando platos como el ceviche de lubina con fresas, los huevos rotos con langosta o el calamar salteado con sobrasada.
En el caso de las Islas Canarias, la presencia de Felipe VI para observar el desarrollo de un ejercicio aeronaval propició que profundizase en la gastronomía local. Ninguna opción mejor para degustar las bondades del atlántico canario que probar el pescado fresco del día que ofrecen en espacios como el restaurante 'Bahía de Los Abrigos' (La Marina, 40), en Santa Cruz de Tenerife, donde apenas han pasado unas horas desde la captura.