Establecimientos gastrónomicos más buscados
Lugares de interés más visitados
Lo sentimos, no hay resultados para tu búsqueda. ¡Prueba otra vez!
La 'Pastisseria Barcelona' es un lugar extremadamente peligroso para los golosos. Josep Maria Rodríguez Guerola, considerado uno de los mejores maestros pasteleros del mundo, dirige un local de diseño esmerado y donde el producto se expone como si fuera una joyería, en un mar de vitrinas de clara inspiración minimalista.
Con una tonelada de petit- fours (postres de pequeño formato, para aquellos que no traten mucho con pasteleros), entre los que destacan los impresionantes pastelitos de cereza y los de manzana, el cliente puede aspirar a llenarse el buche con infinidad de sabores distintos en el paladar.
Si se desea limitarse a un solo bocado, recomendamos el extraordinario pastel de Nabius, con base de mousse de yogur griego o alguno de los productos estacionales (efectivamente, el pastelero ofrece variedades dependiendo de la época de año) que se exhiben en el aparador. Por cierto, el fin de semana hacen un milhojas con crema y fresas que no puede definirse con palabras.
El 'Petritxol Xocoa' es el auténtico paraíso del chocolate en Barcelona: tartas de toda clase, textura y color; brownies, galletas, macarons, bombones... En la muy transitada calle de El Petritxol, los hermanos Escursell abrieron una puerta al paraíso (o al infierno, según se mire).
Hay tanta gente en el interior como mirando el escaparate: una tentación difícil de soportar y que lleva a muchos paisanos a empezar el fin de semana merendando el viernes por la tarde en este establecimiento.
Sus chocolates artesanos son –con mucho– lo más preciado del Barrio Gótico y la xocolata desfeta (el chocolate caliente) un clásico imperdible, también disponible sin lactosa o con leche de soja. El único consejo es no acercarse a las inmediaciones del local si se está a dieta: el olor a chocolate convertiría en fútil cualquier resistencia.
'La Colmena' es, probablemente, uno de los establecimientos más icónicos de Barcelona, no solo por su fecha de inauguración, en 1849, sino por el amor que le profesan sus vecinos, en uno de los barrios más emblemáticos de Barcelona: Gràcia.
Pasteleros de la vieja escuela, que el visitante no busque aquí ni experimentos ni vanguardias; pero si lo que busca es una insuperable tarta de trufa y crema o un sacher que puede provocar lágrimas, entonces este es su sitio.
Búlgaros, barracas, sables, lionesas y un glorioso tiramisú son algunas de las joyas de este local, casi siempre abarrotado, con abrumadora presencia de locales. El sábado es bastante habitual ver a familias enteras devorando uno de sus famosos brazos gitano. Es difícil escoger uno, pero por poco habitual y por su excelente sabor, no deje de probar el de stracciatella, y congratúlese al saber que está colaborando a perpetuar un negocio familiar de más de siglo y medio de vida.
Seguramente la más desconocida de todas las citadas y por ese mismo motivo nos la hemos guardado para el final: el 'Forn Vilamala' es más una panadería que una pastelería (y su pan es extraordinario, no por nada llevan 80 años haciéndolo de la misma manera), pero si uno presta atención a algunos de los mejores restaurantes de la ciudad y observa que en la carta hay milhojas de crema es bastante probable que se trate del milhojas del 'Vilamala': el más famoso de la ciudad y un manjar tan exquisito que sus propietarios no dan abasto con la demanda.
La crema, quemada al estilo de la crema catalana, es un fijo en restaurantes como los de Carles Abellan u Óscar Manresa y Gaig, los hermanos Adrià o Fermí Puig son fans declarados del producto. También venden cocas y unas ensaimadas deliciosas, pero no alcanzan a las sublimes milhojas.