Recetas clásicas para Navidad
Menú que dejará aturdidos a los suegros clasicones
Dificultad
Fácil
Dificultad
Fácil
La lombarda es una de las verduras clásicas de las comidas de Navidad, junto al cardo. Es la temporada en la que están en su mejor momento. Este preparado con vino tinto es una forma de respetar la tradición pero añadiendo un pequeño cambio que se convierte en grande al presentar la lombarda. Su color será de un rojo intenso y no de un morado desvaído. El trueque se percibe aún más al probarla. Exquisita.
PARA 6-8 PERSONAS
CONSEJOS
1.- El escaldado o blanqueado de las verduras de olor de hoja es imprescindible si se quiere que su textura y su sabor ganen varios puntos en finura. En este caso es casi obligado.
2.- Se puede añadir a la cebolla cuando se sofríe una manzana pelada y rallada. Dará, una vez fundida, más suavidad a la verdura.
3.- Si en la mesa hay niños, proceder como en la receta más clásica de lombarda navideña: eliminar el vino, sofreír la cebolla con 150 g de taquitos de papada, 1 manzana rallada y añadir la lombarda escaldada junto con 2 hojas de laurel, 1 cucharada de vinagre y abundante pimienta molida. La cocción en este caso de alargará varias horas a fuego muy suave, moviendo de vez en vez. También se puede tener prevista otra entrada para niños. ¡No suelen ser amantes de la lombarda!
Cuando se quiere servir pavo en la mesa de Navidad pero a su alrededor no se van a sentar 10 o 12 personas, esta es una opción inmejorable.
PARA 6-8 PERSONAS
CONSEJOS
1.- Este asado adobado es perfecto para una cena de Navidad. Se puede hacer lo mismo, incluido el relleno, con un pollo de campo entero de más de 2 kilos y queda también estupendo para unas 6 personas. Hasta se puede deshuesar y volver a reconstruirlo ya relleno.
2.- Si se prefiere hacer este plato con la pechuga de un pavo campero de verdad, aumentar un poco la cantidad de relleno. No retirar el músculo inferior de la pechuga, pero abrirlo al medio, como un libro. Abrir la parte más gruesa de la pechuga como se ha indicado. Salpimentarlo y rellenarlo. Rellenar el músculo inferior y cerrarlo. Repartir el resto del relleno sobre la parte inferior de la pechuga y cubrir todo con la piel. Coser y continuar como en el primer caso.
3.- No es necesario eliminar el vino del adobo si en la mesa se van a sentar niños pero, si así se desea, sustituirlo por 4 cucharadas de vinagre.
4.- Este plato se puede servir con puré de castaña, además de la ensalada.
PARA 6-8 PERSONAS
CONSEJO
1.- Si la escarola se compra entera, cortar la parte inferior e introducir las ramas en una ensaladera grande o barreño como si fueran las flores en un jarrón. Dejar así a remojo 2-3 horas. Se consigue que pierda en el agua parte de su amargor hasta el punto ideal. Luego lavarla, limpiarla y cortarla.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX estuvo muy de moda dar a las tartas más requeridas de los salones de París el nombre de las óperas que más público y éxito tuvieran en ese momento: La dama blanca, Don Juan, El oro del Rin... Aún hoy se estila la tarta Ópera en alguna que otra pastelería de calidad y no es más que una reminiscencia de aquellas denominaciones rimbombantes.
PARA 6-8 PERSONAS
CONSEJOS
1.- El pan de oro no es imprescindible en absoluto, se puede eliminar, pero añade un detalle de esplendor al menú de la Navidad y dejará a la cuñada estupefacta. Se adquiere en establecimientos especializados y se puede ingerir. Al oro solo le ataca el agua regia, una mezcla de ácidos clorhídrico y nítrico.
2.- No introducir en el frigorífico una vez forrada porque perderá el brillo.
3.- Las cremas y rellenos de las tartas que se sospecha que no podrán estar en el frigorífico ya acabadas, porque esté ya atiborrado o porque no les conviene en absoluto el frío cuando están ya forradas, como es el caso, se deben hacer evitando las yemas de huevo, como es ésta, y la nata batida.
4.- Si no se dispone de bandejas del tamaño necesario para este tipo de tartas alargadas, siempre se puede comprar en un almacén de maderas una tablita de contrachapado de las medidas oportunas. Forrarla con papel dorado o del color que se quiera, sujeto con papel celo por debajo, y luego con film plástico alimentario tan ajustado y pegado que casi no se vea, pero sí aísle la tarta del papel, que no es alimentario. Calcular las medidas con generosidad, por si se quiere adornarla con motivos navideños.