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El chef catalán Sergi Arola ha desplegado las alas y se ha dejado llevar por la brisa hasta Santander, a la segunda playa del Sardinero. Allí, en un mítico restaurante, 'Cormorán', dejará su sello de autor y vanguardia. Nace así 'Cormorán by Sergi Arola', bien vestido por el diseñador José Piris, y con la panorámica del mar Cantábrico de fondo.
Un marco playero para un mix de alta cocina y tradición apoyada en productos de la tierra. El picoteo informal como las bravas Arola o las alitas fritas "Kimchi" compartirá mesa con creaciones más contundentes del terruno cántabro: entrecot madurado de lomo alto, lubina salvaje del Cantábrico, arroz con bogavante...
El legendario 'Cormorán' (1965), donde se celebraron infinidad de banquetes, tiene más de 600 metros cuadrados distribuidos en dos locales.
A ras de playa, 'Cormorán Bar & Grill', con el horno de brasa y el producto local como protagonistas: pescados de la lonja santanderina, picanha, secreto ibérico o T-bone y también raciones clásicas: anchoas de Santoña con pimientos asados, rabas, arroces... Y en la segunda planta, 'Cormorán by Sergi Arola', con una atmósfera más cosmopolita, especialidades de autor y, sobre todo, vistas al mar.
Y rumbo al este, sin perder el norte, aparece 'Colella', el segundo hijo del chef Roberto Colella, también padre de la casa de comidas italiana 'Meneghina' (abierta hace cuatro años), también en Barcelona. El cocinero napolitano, curtido en otros fogones y en hoteles de alto standing como el 'Omm', el 'Mandarin Oriental' o 'Le Méridien', trata de acercar la gastronomía transalpina en un recorrido de norte a sur con una carta corta de diez entrantes, cinco primeros y cuatro principales. Cocina italiana en clave contemporánea, de mercado y temporada con base en el recetario tradicional de su tierra y mucha técnica.
El cocinero reivindica el punto medio entre la trattoria y un restaurante gastronómico. Producto y mucha elaboración con acento napolitano a precios muy asequibles. Al mediodía ofrece un menú cerrado por 14 euros. Por la noche, el precio medio oscila entre los 35 y 40 euros, con algunas sugerencias fuera de carta: lomo bajo de ternera madurado 45 días en su jugo, costilla de cordero con cebollitas y puré de patata, tartar con helado de mostaza en grano y pane Carasau, pasta fiore di mare, ensalada de habitas y pecorino romano… y lo que se tercie.
Y para degustar viandas norteñas sin desplazarse, una incursión vasca. Los hermanos Jesús y Mikel Santamaría desembarcan en pleno centro de Madrid, en el número 55 de la calle Alcalá, con una propuesta imponente. 'Sukaldean Bai Bokado', que así se llama la criatura, se presenta como un restaurante de cocina vasca tradicional, pero bajo un envoltorio moderno.
Además, también le hacen guiños a otras cocinas, sobre todo a la japonesa. Mikel Santamaría garantiza la materia prima de su tierra, con muchos productos del mercado donostiarra, para dar un buen trato a pescados y carnes.
No faltarán los pintxos tradicionales fríos y calientes, las chacinas y la txuleta de vacuno a la parrilla que el restaurante tiene en el centro de uno de sus salones. 'Sukaldean', que se puede traducir como "en la cocina", se ubica entre Cibeles y la Puerta de Alcalá, y es un espacio luminoso, con un punto rústico y muchos rincones para acomodarse, según sean los apetitos.
Consta de cuatro zonas. A puerta de calle, un par de barras, y en el interior, la barra central donde se preparan las ostras y piezas de comida oriental. Para comer más en serio disponen de dos salones, uno de ellos con la parrilla de carne y verduras como eje principal.