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Agustí Torelló Sibill casi se ha criado entre viñas. Este terreno de roca calcárea que rodea Avinyonet del Penedès y Sant Sadurní d’Anoia, cuna del cava, es la matria de este viticultor y bodeguero. En 2012 arrancó su proyecto más personal, junto a su hermana Lali y sus hijos Agustí y Marta: la bodega AT Roca. Recientemente han estrenado un nuevo celler en mitad de unos viñedos centenarios en la pedanía de Sant Sebastià dels Gorgs. “Buscábamos estrechar esa relación familiar con la tierra. Desde siempre hemos apostado porque nuestros cavas expresen el paisaje que les rodea”, explica Marta Roca, responsable de marketing y enoturismo.
Las nuevas instalaciones -aún conservan la bodega del polígono de Sant Sadurní d’Anoia, donde realizan las tareas de embotellado, etiquetado y distribución- se han abierto a los turistas en marzo de 2023, “para que, por fin, pueden pisar nuestros viñedos y conocer el trabajo tan fundamental que se hace en el campo”. Para Marta, es entre las cepas donde más disfrutan los enoturistas, “además, durante cualquier época del año, porque cada estación tiene su magia: desde la recogida de uvas al finalizar el verano; la poda en invierno, que tradicionalmente se hacía en febrero pero que ahora debemos retrasar hasta un marzo tardío para evitar las heladas; o la hermosa floración de la primavera”.
Entre semana suelen ser pequeños grupos o parejas de extranjeros, fundamentalmente norteamericanos, muy curiosos e interesados por conocer las particularidades de esta zona del Penedès. Los fines de semana y festivo, toman el protagonismo los locales de Barcelona [están a una hora de la ciudad Condal] y familias con niños, “porque viña y bodega son parte natural de nuestra vida, algo cultural y antropológico, y sabemos adaptar el mensaje para cada edad. A los más pequeños, por ejemplo, les hace mucha ilusión catar mostos de uva”, apunta la pequeña de los hermanos Roca. Su hermano Agustí Torrelló es enólogo.
Y es justo en el viñedo donde vuelcan casi toda su dedicación en AT Roca. “El trabajo en bodega debe interferir lo mínimo en lo que nos ofrece el campo”, es una máxima aquí. Cuentan con 17 hectáreas propias, más otras 26 que les trabajan tres productores locales entre las comarcas de Anoia, Alt Penedès y Garraf. Son viñas de más de 40 años, algunas casi centenarias, y cultivan las cuatro variedades autóctonas: xarel·lo, macabeo, garnacha tinta y malvasía de Sitges. “Incidimos mucho en la viticultura ecológica y regenerativa, plantando mostazas y legumbres para oxigenar los suelos, por ejemplo”. La sostenibilidad también ha sido una premisa en la construcción de las nuevas instalaciones, que cuentan con paneles solares y un sistema de aprovechamiento de aguas pluviales.
“Los cavas de AT Roca están pensados desde el origen. Las maduraciones de la recolección de la uva ya nos van a marcar el tipo de espumoso que queremos conseguir. Eso, por ejemplo, nos ocurrió con nuestro Reserva AT Roca Rosat (50 % macabeo, 50 % garnacha tinta), que en su momento fue un atrevimiento osado y sorprendió mucho en el sector por el punto ligeramente más alto de acidez, no tan afrutado, y el tono más pálido a lo que estaban acostumbrados en el Penedès. Y es que apostamos por una vendimia de la garnacha tinta todavía un poco verde y no tan violácea, para evitar sobremaduración de la pulpa. Hoy, el cliente del AT Roca Rosat es el más fiel por la singularidad de este espumoso”, explica Marta.
Otra de las obsesiones de la familia Torrelló Roca “es que la uva no se rompa y, por tanto, se oxide”. Por ello, en AT Roca enfrían durante 24 horas la fruta en cámara para que, al bajar de temperatura (de los 35 grados a unos 12), “tenga mayor resistencia en la primera prensada”. Y aunque la vendimia es manual, también hay una selección en cinta, “pero sin despalillado, pues a la rapa no le dará tiempo a dejar rastros de taninos en los espumosos y nos ayudará con el drenaje”. La primera fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable durante unos quince días, “pero dependerá mucho de su arranque espontáneo, pues solo utilizamos levaduras indígenas de cada una de las fincas”. Una de las peculiaridades de los cavas de parcela única de este celler es que antes de la crianza, la fermentación del vino base se remata en fudres de roble francés durante 8 meses “que ayudan a potenciar su singularidad y personalidad”.
Todos los cavas de parcela de AT Roca son brut nature, sin azúcares añadidos, “pero para el licor de tiraje usamos un concentrado de mosto de las segundas fracciones de prensado”. En el caso de Els Gorgs, hablamos de un macabeo y xarel·lo de finca de coplantación -son viñas de los años 40 del siglo pasado, cuando los viticultores todavía plantaban distintas variedades en la misma parcela, algo que ahora la DO no permite con nuevas cepas-. Desde la misma bodega se observan esas viñas que se extienden en los alrededores de Sant Sebastià dels Gorgs, en el centro de la vertiente norte de la Cordillera Litoral, y escoltadas al fondo por el omnipresente macizo del Montserrat. La crianza de este cava en botella es de mínimo diez años, con tapón de corcho y degüelle manual.
La garnacha tinta de Pedregar se cultiva un poco más al norte, en la localidad de Piera, en un entorno con “mayor gradiente térmico, que ofrece una maduración más lenta y equilibrada de la uva”, y cuyas viñas se plantaron en 1982. Cuenta con un mínimo de 60 meses de crianza en botella con sus lías, los mismos que Esparter, un 100 % macabeo de Sant Sebastiá dels Gorgs, con viñas de 55 años. “Los suelos calcáreos, de hace más de 18 millones de años, con presencia de gran cantidad de fósiles marinos, y las brisas del Mediterráneo hacen que nuestros vinos tengas una alta expresión mineral”, según reflejan las notas de cata.
Completan la terna de cavas los Reservas AT Roca, con una crianza mínima de 24 meses: uno, 55 % macabeo y 45 % xarel·lo; el rosado, 50 % macabeo y 50 % garnacha tinta, procedentes de 32 parcelas del Penedès, entre los suelos calcáreos, arcillosos y de cantos rodados repartidos por Costers d’Ordal, Massis del Garraf y Conca de Anoia. La familia también elabora dos vinos blancos de la DO Penedès: Cantallops, un xarel·lo “donde se expresa el carácter más mineral de esta variedad en altitud”; y Costers, con una presencia un poco más afrutada que le confiere la malvasía de Sitges.
BODEGA AT ROCA - BV-2429, Km 23. Sant Sebastià dels Gorgs (Avinyonet del Penedès, Barcelona). Tel: 935 165 043.
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