12 Hoteles con encanto en Cataluña

1. ‘Tancat de Codorniu’ (Les Cases d’Alcanar, Tarragona)

A unos minutos de la costa y otros pocos del plácido interior de la provincia, el desafío de quien se aloja en ‘Tancat de Codorniu’ surge cuando uno tiene que levantarse de la hamaca situada junto a las piscinas, dejar su zumo de naranja recién exprimido y poner un pie fuera del hotel… O no. Aquí se viene disfrutar de la paz y la tranquilidad propia del “el oasis tarraconense” sin necesidad de otros argumentos en los que fijar la atención durante la estancia.

El hotel cuenta con dos piscinas, naranjos, un restaurante, un montón de hamacas y ocho habitaciones. Foto: Xavier Torres-Bachetta

Más de un millar de naranjos flaquean cada una de las ocho habitaciones con las que cuenta el hotel en los más de 40.000 metros cuadrados de la finca. El motivo es simple, los propietarios buscan dotar de amplitud e intimidad a sus clientes entre belleza natural, argumentos que motivaron a Alfonso XII a hacerse con el espacio a principios de siglo. En cuanto a las estancias, todas tienen tamaño suite, bañera de hidromasaje -algunas incluso con sauna- y camas king size.

Las habitaciones son espaciosas, perfectas para ir en familia. Foto: Xavier Torres-Bachetta

A nivel gastro, el hotel cuenta con dos restaurantes diferenciados: ‘Citrus’ y ‘Arròs & Brases’. El primero de ellos apuesta por el menú degustación con una clara vocación de temporada y producto, muchos de ellos provenientes de sus frutales o del huerto ecológico del propio hotel; en el segundo de ellos, el arte arrocero y parrillero cobra protagonismo para ofrecer especialidades de la comarca y pescados y carnes a la parrilla.

‘TANCAT DE CODORNIU’ - Carretera N-340, km. Les Cases d’Alcanar, Tarragona. Tel. 977 73 71 94.

2. ‘Vila Gala’ (Cadaqués, Girona)

La impronta de Elena Ivánovna Diákonova, la Gala que cautivó al genio Salvador Dalí, sigue muy viva en Cadaqués. Cada detalle del ‘Villa Gala’ remite al universo daliniano y la inspiración que supuso su musa: los icónicos huevos gigantes de la casa del artista en Portlligat, el tigre, los enormes labios rojos o el teléfono-langosta… Aunque, sin duda, el elemento más evocador a la influencia de la rusa es la réplica de su cuadro mirándose el cuerpo sobre la cama de la suite principal, acompañado de más mobiliario surrealista en lámparas y espejos.

La 'suite Gala' cuenta con 42 metros repartidos en un pequeño salón, habitación, baño y balcón. Foto: Alfredo Cáliz

Además de la suite principal, el hotel integra otras 12 habitaciones que cuentan con terraza o balcón para admirar unas inolvidables vistas a la costa y la panorámica del pueblo. De cara a los días más calurosos y para aquellos clientes que no quieren salir de este oasis de paz surrealista, ‘Villa Gala’ dispone de una piscina de agua salada rodeada por el jardín, un espacio ideal para degustar algunos de los vinos que producen los propietarios del alojamiento en los viñedos que rodean ‘Mas Lazuli’, otro hotel que gestionan en Roses.

‘VILLA GALA’ - Solitari, 5. Cadaqués, Girona. Tel. 872 22 80 00.

La piscina, de agua salada, está rodeada de un jardín mediterráneo. Foto: Alfredo Cáliz

3. ‘Hotel España y Fonda España’ (Barcelona)

No siempre uno puede dormir en medio de uno de los recorridos turísticos más buscados de Barcelona, aquel que sigue los rastros del modernismo por la ciudad, y justamente eso es lo que ofrece el ‘Hotel España’, una buena dosis de la historia arquitectónica más emblemática de la Ciudad Condal en la que encontrar la comodidad de todo un 4 estrellas. Fue la reforma de Lluís Domènech i Montaner en 1903 la que atrajo una mayor atención por este inmueble pegado a La Rambla barcelonesa, aunque comenzó a alojar huéspedes como 'Fonda España' en 1859, y desde entonces su reputación no ha hecho más que crecer. Traspasar el umbral implica dejarse embelesar por mosaicos, azulejos, pinturas y luces que tienen su máxima expresión en el Salón de las Sirenas, obra de Ramón Casas inspirada en la Gran ola de Kanagawa

En 1904, el hotel fue premiado por el Ayuntamiento por su arquitectura. Foto: Manu Mitru

El hotel dispone en total de 83 habitaciones bien equipadas -de 16 a 30 metros cuadrados-, entre las que destacan tres de ellas por disponer de terraza privada y su única suite, de 76 metros cuadrados y una bañera en la que dejarse cautivar por el abrazo modernista. Una recomendación: sube a tu habitación por la escalera para disfrutar de los mosaicos romanos de los escalones o los esgrafiados de buenos augurios del vestíbulo.

Las habitacionesnos devuelven al siglo XXI. Foto: Manu Mitru

Detalle de las sirenas de Ramón Casas. Foto: Manu Mitru

Como en sus comienzos, el papel gastronómico sigue siendo uno de los pilares sobre los que se sustenta el hotel. Cuando se vislumbra el salón principal de ‘Fonda España’ se tiene la sensación de viajar a otra época, con su artesonado, mosaicos por doquier y lámparas de época. Un espacio destacado de las diferentes estancias con las que cuenta un restaurante cuya carta está tutelada por Martín Berasategui, con platos en los que el producto y la tradición catalana se ven influenciados por la vanguardia culinaria que ejecuta Germán Espinosa como jefe de cocina, dando como resultado recetas tan apetecibles como el salmorejo emulsionado con tartar de atún rojo o los raviolis de gamba roja de Palamós, gazpacho de pimiento verde y botarga.

‘HOTEL ESPAÑA’ - Sant Pau, 9-11. Barcelona. Tel. 935 50 00 00.

Salmorejo emulsionado con tartar de atún rojo. Foto: Manu Mitru

4. Hotel ‘Alma’ (Barcelona)

Mimetizado en pleno barrio de l’Eixample con el bullicio cosmopolita de Barcelona y guardando un interior vegetal que te transporta al bosque mediterráneo más romántico, el hotel ‘Alma’ puede presumir de haber conquistado el corazón de los vecinos de la capital catalana tanto como el de los turistas que la visitan. En espacio en el que el lujo adquiere matices sobrios y equilibrados con una gran carga de personalización, ya el equipo del hotel procura las mejores atenciones a los clientes que repiten estancia y suelen tener algún detalle especial una vez se conoce al huésped.

El hotel cuenta con 1000 m2 de un jardín mediterráneo. Foto: Manu Mitru

La diversidad es el punto fuerte de las 72 lujosas habitaciones de este 5 estrellas -con unas dimensiones que van desde los 29 hasta los 120 metros cuadrados-, pudiendo elegir entre las estancias Deluxe, Gran Deluxe o Executives, además de las dos suites más especiales: Alma -con dos baños y terraza privada- y Eixample -inspirada en las viviendas del barrio. Su spa con piscina, emulando el estilo de un onsen japonés, completa la oferta hedonista con una gran variedad de tratamientos y masajes.

La Executive cuenta con una cómoda sala de estar y un escritorio de trabajo. Foto: Manu Mitru

Aunque si por algo se diferencia ‘Alma’ es, sin duda, el hermoso bosque de su patio interior, donde encinas, abedules y arbustos mediterráneos llenan de color y vida vegetal el espacio de 1000 metros cuadrados donde se asienta el restaurante ‘Jardín del Alma’. La calidad de su platos y coctelería ha sido capaz de conquistar a comensales tan diversos como Ferrán Adriá o Bob Pop, por lo que merece la pena abandonar las idílicas habitaciones para dejarse conquistar por la lubina a la sal, el arroz de tres butifarras o la terrina de manitas de cerdo. Por cierto, su desayuno es uno de los más sofisticados de Barcelona, con productos de proximidad y una calidad extraordinaria en sus embutidos y quesos afinados.

‘HOTEL ALMA BARCELONA’ - Mallorca, 269. Barcelona. Tel. 932 16 44 90.

Giovanni con su pichón de Bresse, el plato más francés de la carta. Foto: Manu Mitru

5. ‘La Vella Farga’ (Lladurs, Lleida)

De todas las fincas que componen la conocida comarca de las Mil Masías, hay una que destaca por encima del resto y con sobrados argumentos, el hotel ‘La Vella Farga’, donde el lujo exclusivo se mimetiza armónicamente con el bosque prepirenaico. El origen casi milenario de esta antigua fragua de hierro aún se siente en los tres edificios que componen el alojamiento, cuya gran rehabilitación ha respetado elementos originales como la piedra, el suelo o los techos de madera, aunque con una vuelta de tuerca en cuanto a la refinada nueva decoración adquirida en anticuarios o las orquídeas que acaparan la vista en los jardines y terrazas del complejo.

Una antigua masía, con casi mil años de historia, se ha convertido una referencia del turismo de lujo en Lleida. Foto: Flaminia Pelazzi

Un total de 15 habitaciones únicas componen la oferta de ‘La Vella Farga’. Todas ellas cuentan con chimenea, grandes espejos y sábanas de algodón egipcio, aunque a través de un retablo barroco a modo de cabecero, una cama con dosel, un armario del año 1784 o una bañera de mármol de 1900, cada una destila una personalidad diferencial con estas piezas. El jardín de la finca es el otro espacio en el que dejarse imbuir por el relax que caracteriza la estancia, con una infinity pool que mira al Pirineo y una amplia oferta de masajes durante los meses estivales.

Todas las habitaciones cuentan con sábanas de algodón egipcio. Foto: Flaminia Pelazzi

El restaurante supone una extensión del gusto y la delicadeza que imperan en el hotel, con una cocina comandada por Carles Esquerrer en la que la tradición catalana se degusta en cada plato. Así se degustan elaboraciones como el arroz de montaña con butifarra o el canelón con calabacín relleno de pollo de corral y vinagreta de pistachos, aunque son las las costillas de cerdo ecológico marinadas con soja y miel una de las recetas que mejor representan el sello del chef por el empleo del fruto del trabajo apícola.

‘LA VELLA FARGA’ - Carretera LV-4241. Lladurs, Lleida. Tel. 973 29 92 12.

La propuesta gastronómica se basa en la cocina tradicional catalana con toques vanguardistas. Foto: Flaminia Pelazzi

6. ‘Casa Cacao’ (Girona)

El lujo sin estridencias con aroma al chocolate más artesano tiene su sede en Girona en el hotel ‘Casa Cacao’, donde Anna Payet cuida a cada huésped para hacerle sentir único. No es de extrañar esta vocación a la exclusividad del cliente, pues su vínculo familiar con el restaurante ‘El Celler de Can Roca’ (3 Soles Guía Repsol) entronca de forma directa con el proyecto hotelero, que además reserva su propio espacio para el obrador de cacao de Jordi Roca.

El lujo medido es la norma de 'Casa Cacao'. Foto: Sofía Moro

Aquí, en este edificio histórico de los años 60 que albergó ‘La Gerundense’ -la primera fábrica de papel continuo en Cataluña- se disponen 15 habitaciones en las que todo envuelve a quien llega en una exquisita comodidad. Como preámbulo, un delicioso bombón espera en la cama a ser degustado con calma para, acto seguido, dejarse cautivar por los cojines de lino, las mantas artesanales de Teixidors y las amenities individuales del baño.

La terraza es un lugar que funciona a cualquier hora del día en el que se respira serenidad. Foto: Sofía Moro

Un nivel de detalle que se prolonga a la terraza en la azotea, donde se despliega el conocimiento gastronómico de la zona en un desayuno gourmet de tres pases en el que no faltan el jamón de bellota y quesos afinados, un Huevo Villaroy delicioso y una torre de chocolates que hace honor al nombre del hotel. Además, durante todo el día se puede acudir a este espacio para un picoteo informal o tomar un cóctel.

Así luce el primer pase del menú. Foto: Sofía Moro

El 'Huevo Villaroy' que quita el sentido. Foto: Sofía Moro

Por su parte, el obrador y tienda de ‘Casa Cacao’ se convierte en la meca de los golosos con una variedad de elaboraciones que dicen “¡Pruébame!” por sus sabores y formas. El responsable de estas joyas es Damian Allsop, quien tiene la capacidad de hacer crecer el apetito con cada palabra sobre su trabajo.

‘CASA CACAO’ - Ginesta, 2. Girona. Tel. 972 28 28 28.

Es imperativo pasar por la chocolatería a degustar estas creaciones. Foto: Sofía Moro

7. ‘Terra Dominicata’ (Escaladei, Tarragona)

El interior del Parque Natural del Montsant, una de las mejores muestras del entorno natural de Tarragona, alberga un hotel igual de idílico que sus paisajes, el ‘Terra Dominicata’ de Escaladei. Se trata de la nueva vida que se ha dado a los inmuebles que dieron cobijo a los trabajadores de la Cartuja de Escaladei, un monasterio que supuso un gran impulso a la viticultura de esta zona del Priorat. De hecho, ese hilo conductor vinícola sigue siendo uno de los ejes sobre los que pivota el alojamiento, que cuenta con bodega propia y que puede tomar forma de campo base ideal para conocer algunos de los otros centros de producción de vino.

Entre cipreses y la masía se ubica la piscina del hotel. Foto: Aránzazu Navarro

Las 26 habitaciones de este 5 estrellas se distribuyen por las 135 hectáreas con las que cuenta el complejo. Gracias a la reforma llevada a cabo, los edificios se integran orgánicamente con el entorno formando un agradable contraste entre la arcilla rojiza de los muros y un verde mediterráneo aportado por cipreses, olivos y viñas. Una gama cromática de la que disfrutar en los jardines y paseos que unen las dependencias, o de camino a la zona de spa -bautizada como Les Oliveres-, donde disfrutar de una sauna seca, ducha fría y bañera exterior de hidromasaje.

Las 26 habitaciones únicas comparten el lujo y la comodidad, seña de este alojamiento. Foto: Aránzazu Navarro

Con este discurso hotelero, un nombre como ‘Mater Terrae’ no podría venir mejor al restaurante del hotel. Al cargo de la propuesta gastronómica se encuentra el chef Fran López -distinguido con 1 Sol Guía Repsol en sus restaurantes ‘Xerta’ y ‘Vila Retiro’-, quien apuesta por una cocina de temporada honrando la despensa de la zona con platos como el arroz con conejo pescados y mariscos del cercano Delta del Ebro o el cordero con escalivada. En cuanto a su bodega, cabe destacar la organización de las referencias en base a su localidad de origen, otorgando un gran peso a los distintos terroirs y estilos de producción de cada comarca, dominando los vinos elaborados en el Priorat, Montsant y espumosos con el sello Corpinat.

‘TERRA DOMINICATA’ - Carretera, T-702, km 13. Escaladei, Tarragona. Tel. 877 91 22 92.

Fran López da forma a la carta, donde degustar recetas como el cordero en dos cocciones. Foto: Aránzazu Navarro

8. ‘Hotel Antigua Casa Buenavista’ (Barcelona)

Condensar cuatro generaciones de una familia dedicada a la hostelería más barcelonesa no es tarea fácil, aunque los hermanos Molleví lo hayan conseguido con premeditada devoción. El hotel ‘Antigua Casa Buenavista’ muestra al huésped algo más que el espíritu de la ciudad que lo lleva albergando más de un siglo, con esos toques modernistas característicos de la época, también es una oda de amor familiar con la que Àlex y Guille han querido rendir homenaje a sus bisabuelos Mateo Molleví y Conchita Ribera, quienes comenzaron con la saga hostelera abriendo la casa de comidas ‘Casa Buenavista’ en 1918.

El hotel cuenta con una pequeña piscina con vistas al 'skyline' de Barcelona. Foto: Javier Martínez Mansilla

El espacio que albergaba el restaurante original se ha convertido en moderno hotel-boutique en el que cada detalle cuenta. En cada una de las 43 habitaciones se cuenta con camas king o queen size y enormes ventanales que potencian los colores suaves de la decoración. Aunque, como en cualquier hotel, existen estancias donde la exclusividad aumenta. Es el caso de las que se ubican en la quinta planta, con terraza privada con bañera y acceso directo a la piscina en la azotea del hotel, desde donde descubrir una de las mejores perspectivas del skyline de Barcelona. Y de las alturas al nivel más bajo, al sótano, uno de los secretos mejor guardados del hotel donde los clientes pueden organizar reuniones o cenas privadas mientras contemplan la colección pictórica de la familia.

43 habitaciones componen la oferta del hotel. Foto: Javier Martínez Mansilla

Sin embargo, esa herencia familiar se palpa de una forma más notable en el restaurante, donde incluso se han mantenido el nombre, el logo y la característica impresión de la carta que vio nacer al negocio. Aquí se pueden degustar platos tradicionales de Cataluña como la tortilla trempó o los los chipirones con garbanzos, aunque las referencias de parrilla también gozan de una gran popularidad entre los comensales gracias a elaboraciones como el solomillo de ternera con foie gras poêle o la presa ibérica con piquillos y puré de patata.

‘HOTEL ANTIGUA CASA BUENAVISTA’ - Ronda de Sant Antoni, 84. Barcelona. Tel. 933 30 30 30.

9. ‘Encís d’Empordà’

Como cautivados por el mismo hechizo que ha seducido a artistas y poetas durante generaciones en este rincón del Empordà, llegan las parejas al oasis de tranquilidad y quietud que regenta Jordi: el hotel ‘Encís d’Empordà’. La personalidad de este edificio enamoró al hostelero, quien abandonó la ciudad antes de adquirir el inmueble que sirvió de estudio durante años al pintor Josep Niebla, y enamora hoy en día a quienes conocen sus rincones de ensueño.

La masía se encuentra cubierta de una densa masa vegetal. Foto: Manu Mitru

Las siete habitaciones en las que está dividida esta masía del siglo XVII proyectan su personalidad propia nada más dejar las maletas. Con buen tino, Jordi ha bautizado cada una de ellas en homenaje a alguno de los personajes que le han marcado, siendo la habitación dedicada al pintor y antiguo propietario de la finca la más especial, ubicada aparte en el hermoso jardín del hotel

Las habitaciones del hotel 'Encís d'Empordà están cubiertas de algunos de los mejores versos en catalán. Foto: Manu Mitru

Un espacio en el que dejarse cautivar por la atmósfera y disfrutar del entorno tanto como del alojamiento, tomando una cerveza fría en el jardín al atardecer o degustando los productos de la zona que Jordi sirve en el desayuno. Un conjunto con el cada pareja recordará su estancia con cariño y nostalgia poética.

‘ENCÍS D'EMPORDÀ’ - Sant Genís, 13. Casavells, Girona. Tel. 646 09 80 09.

10. ‘Masia La Palma’ (Espinavessa, Girona)

Que un edificio puede albergar mil vidas es una máxima que en ‘Masia La Palma’ se cumple de cimientos a techo. Finca labriega antaño y casa de colonias hace apenas una década, el hotel rural de hoy en día ha sabido dar con la clave gracias a una clara apuesta por la gastronomía local.

El hotel se encuentra en una antigua masía restaurada de 1830. Foto: Alfredo Cáliz

Las habitaciones, bautizadas con nombres arbóreos, pueden disponer con vistas a un entorno que recuerda a la Toscana italiana en el primer piso; mostrar el legado rural con vigas de madera y grandes ventanales si se encuentran en el granero, o situarse a un paso de la piscina y contar con un pequeño jardín privado en el caso de estar alojado en la planta baja.

Una de las zonas comunes de este coqueto hotel rural. Foto: Alfredo Cáliz

Aunque, sin duda, uno de los grandes reclamos de este hotel es su restaurantes, ‘Sa Poma’, regentado por miembros de la misma familia que gestiona el alojamiento. Aquí los platos clásicos del Empordà se dan la mano con recetas típicas de Mallorca debido al origen de sus abuelas, siendo habitual el uso de la sobrasada o los aderezos de limón. Esto no entra en disputa para degustar productos de la comarca tan especiales como los huevos de Pla de l’Estany, las reputadas carnes de Girona o el pulpo de Llançà.

‘MASIA LA PALMA’ - Veinat de La Palma, s/n. Espinavessa, Girona. Tel. 972 19 31 37.

11. ‘Soho House Barcelona’

Sentirse en casa a cientos de kilómetros de ella es la filosofía que ha implantado el grupo Soho House en Barcelona. El hotel, regentado por la empresa británica, se constituye como un club social para socios y clientes externos, que pueden alojarse en cualquiera de sus 56 habitaciones y apreciar la agradable combinación entre la personalidad propia del inmueble, con techos de bóveda catalana, balcones de forja y contraventanas de estilo mallorquín, y elementos distintivos de cualquiera de los hoteles de la cadena. Eso sí, atención a quienes se dejen llevar por la tentación de las redes sociales para ganarse un par de likes, ya que el uso del móvil está prohibido en casi todos los espacios.

La 'suite' cuenta con un espacioso y luminoso salón independiente. Foto: Sofía Moro

Las habitaciones del hotel están plagadas de elementos pensados para hacer del confort hogareño su máxima, con especial protagonismo para su minibar y snacks premium de algunas de las firmas más reputadas de Cataluña. Aquí sí puedes dar rienda suelta a tu versión más instagrammer y hacerte un selfie con un cóctel recién mezclado. Además, desde los balcones se puede disfrutar de las magníficas vistas a la marina del Port Vell o la plaça del Duc de Medinaceli, en pleno barrio Gótico.

La azotea cuenta con vistas al Puerto Viejo de Barcelona y a la cúpula policromada de la Mercé. Foto: Sofía Moro

El spa y el gimnasio decorados al estilo de los años 30 redondean los servicios para el autocuidado de los clientes, que encuentran en el restaurante del hotel o en ‘Cecconi's’, el restaurante replicado en todos los hoteles del grupo, los mejores platos y combinados con los que saciar su apetito. Una recomendación: contemplar el atardecer desde la azotea con piscina climatizada, especialmente los domingos de Sunday Roast, cuando sirve un asado campestre en el lounge bar. Los precedentes perfectos antes de imbuirse en alguna de las películas que proyectan en su asombrosa sala de cine.

‘SOHO HOUSE BARCELONA’ - Plaça del Duc de Medinaceli, 4. Barcelona. Tel. 932 20 46 00.

6. ‘Parador de Lleida’

Descanso monacal con la excelencia y las comodidades propias de un Parador del siglo XXI. La rehabilitación del Convent del Roser ha traído uno de los alojamientos más especiales de la capital ilerdense, manteniendo la estructura original de un edificio que, además de hogar de monjes dominicos, ha sido como museo, biblioteca e incluso Facultad de Letras de la Universidad de Lleida desde su construcción a principios del siglo XVIII.

Tras formar parte de Paradores, las instalaciones cuentan con todas las comodidades hoteleras. Foto: Aránzazu Navarro

Nada más llegar a la recepción del hotel, el huésped se ubica en la antigua iglesia, mientras que para acceder a las habitaciones es necesario dirigirse al edificio del claustro, donde se distribuyen las 53 habitaciones del alojamiento a lo largo de las tres plantas que lo componen. Todas ellas se caracterizan por la comodidad de sus camas, guardadas por dos escudos de la ciudad a ambos lados del cabecero, y baños equipados con todas las necesidades de los clientes.

Se sirven platos como el rodaballo con puré de aceituna negra y guiso de habitas y camarones. Foto: Aránzazu Navarro

En cuanto a su restaurante, la apuesta de la cadena hotelera pública por una oferta gastronómica de altura se ve representada por el restaurante ‘L'Aplec’, donde el chef Paco Vidal desarrolla una cocina típica catalana con producto de proximidad en forma de escalibadas, xatonadas con romescu, setas del Pirineo, pescados mediterráneos y carnes, entre las que destaca cochinillo. Es recomendable dejarse asesorar en cuanto al maridaje de los platos, pues en ‘L'Aplec’ cuentan con una gran bodega en la que sus pequeños tesoros los conforman algunas de las mejores referencias de la Denominación de Origen Costers del Segre.

‘PARADOR DE LLEIDA’ - Cavallers, 15. Lleida. Tel. 973 00 48 66.