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A Guarda

La serena belleza del estuario do Miño

A Guarda es una localidad pontevedresa muy especial por todo lo que la rodea. En ella, el río Miño desemboca en el océano Atlántico, dotando al municipio y a la vecina Portugal de unas peculiares bondades climatológicas. De ahí que el estuario do Miño sea zona de gran biodiversidad y alto interés para el amante de la naturaleza. Además, A Guarda ofrece a los visitantes una gran oferta de playas, todas de arena fina y blanca y oleaje moderado, como las de O Muiño, A Lamiña o Armona.
Para ver todo este espectáculo natural a vista de pájaro disponemos de un magnífico mirador en el monte de Santa Tecla, un bello lugar que además atesora importantes restos arqueológicos, ordenados y expuestos en el Museo Arqueológico de Santa Tecla. En este entorno se encuentra el castro de Santa Tecla, declarado monumento histórico-artístico. Los orígenes de este poblado se remontan a los siglos II y I a.C. Otro lugar emblemático en A Guarda es la praza do Reló, donde se ubica el consistorio, con sus blasones claramente visibles en la fachada. La mayor característica, además del llamativo reloj, es la bella apariencia de la piedra, que no desentona en el entorno de la plaza porque los demás edificios están levantados con el mismo material. La praza do Reló es el escenario de la Festa do Langosta, a principios de julio, en la que el marisco es el principal componente. Para amenizar más el acto, si cabe, hay pasacalles, actuaciones y espectáculos infantiles. A Guarda celebra sus fiestas patronales en julio, en honor de la Virgen del Carmen, y la Romería de Santa Tecla, en septiembre.

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