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Jérica

Siglos de historia volcados en calles y museos

A esta villa cargada de historia la observan, desde lo alto, los restos de su castillo romano, modificado más tarde por los musulmanes. Dentro del recinto se encuentran la Torre del Homenaje, muy bien conservada, y la ermita de San Roque. A lo largo del pueblo aparecen diversos restos de las antiguas murallas; algunos ejemplos son el Portal de la Sala, el de San Juan –con su Torre del Reloj- y el Portalillo de San Roque. La Torre Mudéjar de la Alcudia o de las Campanas, que se puede contemplar desde casi todo el pueblo, se ha convertido en el emblema de Jérica. La arquitectura religiosa no falta: el convento de la Virgen del Socorro (con portada manierista del siglo XVIII), la iglesia de Santa Águeda (alberga el Museo Parroquial de Jérica) o la iglesia del Cristo de la Sangre (siglo XVII), entre otros. El agua está presente en el paseo de las Fuentes y el Pantano del Regajo, dos zonas para pasear y cultivar el ocio en familia.

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