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Una ciudad con muchos ritmos
La capital gallega es al turismo lo que Spotify a la música: una plataforma con inagotables recursos, que ofrece la posibilidad de crear tantas listas de reproducción como uno se pueda imaginar, adaptando el recorrido a los gustos y ritmos de cada cual.
Alrededor de la tumba de Santiago el Mayor se escuchan, como pegadizos estribillos, los pasos nerviosos del peregrino que sabe que su Camino de Santiago llega a su fin en cuanto pise la plaza del Obradoiro, acceda a la catedral dedicada al apóstol y alcance su meta, la Puerta Santa. (En Año Santo, esta estará abierta y todo peregrino y visitante podrá entrar al templo por la plaza de la Quintana). Mientras tanto, el bufido del botafumeiro balanceándose sobre las cabezas sirve de banda sonora para observar con detenimiento la joya románica que es el Pórtico de la Gloria.
Los coros de voces asombradas ante edificios como el Hostal de los Reyes Católicos y los tesoros descubiertos en alguno de sus 16 museos, como el Catedralicio o el Museo do Pobo Galego, envueltos en los aromas que propagan la lluvia y el fuego lento de la leña de los restaurantes crean un conjunto de ritmos repartidos por un espectacular casco histórico. Se suceden los edificios civiles, como el bullicioso mercado de Abastos, la barroca Casa del Cabildo o la elegancia neoclásica del pazo de Raxoi, actual sede del Ayuntamiento y la Xunta. Los lugares de culto religioso toman la forma del Monasterio de San Martiño Pinario y de conventos, colegiatas e iglesias de todos los estilos. Y el espíritu universitario está muy vivo con la Biblioteca o la Facultad de Geografía e Historia, digna representante de las formas más clásicas. Los ritmos más vanguardistas también laten en Santiago y se encuentran en la Cidade da Cultura de Galicia y el Centro Galego de Arte Contemporáneo. Los más pausados se reservan para pasear y disfrutar de la tranquilidad del parque de la Alameda, desde cuyo mirador se puede admirar la ciudad.
Un destino hipnótico para todos los oídos, Patrimonio de la Humanidad, que siempre invitará a escuchar la lista elegida en bucle.