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Torre de Guaita

Xeraco, València/Valencia

Inconfundible. Por su forma cilíndrica, sus 7,40 metros de longitud, su perfil proyectándose contra el horizonte del río Vaca, la visión imponente de su estructura de mortero, y esa amplísima ventana asomada al paisaje y a la sombra de su perdido matacán. Hoy, la flora y fauna del río le agrega al conjunto un bonito e interesante paraje natural (Gorg), toda una mirilla a campos de naranjos que le colocan en el puesto número uno de las panorámicas a varios reportajes fotográficos. Así que no es de extrañar que sean muchos los turistas que al verlo, se animen a traspasar sus muros de mampostería, con piedra sedimentaria, arena y cal forjada, hacerse una foto en el umbral de su única puerta, luego pisar su planta circular, para verificar desde dentro el modo en que va estrechándose de abajo hacia arriba, y respirar al s. XVI en su interior, mientras se dejan exhalar al Medievo por el aliento de un emblema local, eslabón clave en la cadena defensiva contra los ataques al litoral del reino de Valencia. Verdaderamente, las gracias por la conservación de éste auténtico símbolo a los propios vecinos, que en la década de los 80 se dieron a la tarea de restaurarlo desinteresadamente.
Es también recomendable visitar La Playa y la Cisterna.

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