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El célebre locutor Frank Blanco es uno de los habituales de 'El Tir de Mollet', al pie de la AP-7 en Mollet de Vallés. Según él, "no falla", y cuenta con cocina catalana en paraje memorable, amplio aparcamiento y opciones para celiacos. También es bonito el enclave natural de 'Les Tres Alzines' a 6 minutos de la AP-7, en La Roca del Vallès. Allí hay que pedir, arroz, carne acabada al Josper y, sobre todo, sus especialidades de bacalao: con muselina de ajo, gratinado con cebolla...
Prácticamente a orillas de la Autovía del Mediterráneo encontramos Comarruga, una localidad del municipio de El Vendrell y en su puerto, espera al viajero la terraza chill out, las tapas y la música de 'La Calma Salada'. Un poquito más adelante, siguen abiertas las puertas de 'Vil.la Casals', antigua casa de invitados del músico Pau Casals, para comer un buen arroz del Delta del Ebro. Siguiendo esta carretera encontramos el postre en forma de tartas individuales de ingredientes exóticos y palmera de hojaldre en 'Pastisseria Cal Jan' (Torredembarra). Y, para tomar algo a cualquier hora: 'Larrepera', cerca de la playa Arrabasada.
En 'Buffet Altafulla', a la altura del pueblo que le da nombre, aseguran ser el primer buffet libre de Cataluña y su manera de trabajar lo avala. Empezaron en 1977 y ahora, por menos de 20 euros te sirven toda la cocina casera que te propongas comer. Las colas que se forman para comer pollo asado en 'Granja Sant Francesc' siempre están justificadas. En este pequeño establecimiento cerca de la AP-7 elaboran comida popular, dominguera y desenfadada, y también preparan pedidos para llevar. Bajando hacia la provincia de Castellón pero aún en Tarragona, encontramos buen pescado a precios de subasta y rico vermut en 'La Subhasta' (Ametlla de Mar) y en 'Pastisseria Bahía' (L' Ampolla) buñuelos y croissants preparados como al inicio del negocio, hace cinco décadas.
En 'Sant Gregori' -cerca de la AP-7, a dos kilómetros de Benicarló- se pueden comer algunos de los mejores almuerzos de la zona sin gastarse mucho dinero: producto local y elaboraciones con guiños asiáticos son la seña de identidad de este lugar. En Benicassim, también de paso por la AP-7 encontramos la tasca 'El Charquito', sirven tapas de calidad en un ambiente con sabor taurino y ritmo flamenco. Miman el producto, desde el jamón a lo que viene del mar, y la carta de vinos es amplia y muy atractiva.
En la A-7, la provincia de Valencia merece varios Soletes. El municipio de Quart de les Valls no llega a a los mil habitantes y sorprenden las tapas de aires creativos conviviendo con los bocatas en la cocina de 'Tapería Miguel'. Hablando de arroces, contemplar en 'L'Àlter' (Picassent) la interminable fila de paellas a la leña es un espectáculo. Se trata de un restaurante familiar, con parking propio y parque infantil. También una familia, la Giner Doñate, regenta 'L'Establiment', un un refugio de arroces a la leña y bellas vistas a La Albufera valenciana. Y aún más cerca de la A-7, en Benifaió, Carlos Duart cocina platos elegantes y atrevidos en 'Ma Casa'.
Joaquín y Santiago Prieto apuestan por la innovación sin olvidar sus raíces en 'La Cuina', en Ontinyent. Además, hacen gala de una bodega extensa, para comprar una botella para beberla en tu lugar de destino. Puede ser que tu camino te lleve a Gandía o que se te antoje este municipo para comer, en ambos aquí van dos recomendaciones para tomar fideuá: 'Casa Jose' y 'Chef Amadeo', No podemos abandonar la provincia de Valencia sin mencionar los bocadillos de 'Domenech', en Alberic, que valen un desvío de nuestra ruta, recomendamos el redonet (pan de mollete, lomo muy fino, tomate, aceite, ajo y perejil.
Es en la AP-7 donde se congregan la mayor parte de los Soletes de Carretera de la provincia de Alicante. El cuscús de 'Bar Coratge', en Beniargbeig, es famoso en toda la comarca. Como también lo es el helado de mantecado de 'Candela' en Redován. Desde 1999 se ha convertido en una parada imprescindible. En Los Montesinos, la inquieta cocinera Aurora Torres combina recetario tradicional de la Vega Baja con toques vanguardistas desde los fogones de 'La Herradura', y en 'El Cranc' de Altea, pedid paella de marisco o el arroz del senyoret y de entrantes, su selección de salazones. Para comer algo rico y dulce sin salir de Altea, 'Pastisseria Dolç', donde hay que pedir sin falta el croissant relleno de cacahuete. Y justo en la frontera con la Región de Murcia, 'Bocarriba', comida consciente en patio con encanto.
'La Tortuga Mora' es uno de esos rincones escondidos de la costa murciana, donde trabajan todo tipo de pescados locales al horno de leña y brasas. En la A-7 a la altura de Águilas. En 'Venta El Peretón', también cerca de la A-7, en Sandonguera en La Seca sería casi un pecado no pedir pan artesano de Corvera. A la altura de la capital, toca pedirse un arroz en 'Finca Santiago'. A pocos minutos de la AP-7 se encuentra 'El Líos' y su pulpo roquero frente mar en Puntas de Calnegre. Cerca de La Manga, 'Venta El Abasto' es un lugar tradicional, perfecto para hacer una parada. La cocina es buena y cuentan con embutidos de elaboración propia.
Marbella ha recibido varios Soletes de carretera en las últimas ediciones: el ambiente informal de 'Primeira Selection', el ajoblanco de aguacate con langostinos de 'Contracata' y los tacos de bacalao de 'Vermú' han sido los afortunados donde hay que parar si vais por la zona. Si pasas por Rincón de la Victoria hay que probar el gazpachuelo de 'Casa Antonio Tapas', el wonton de morcilla de 'Cienfuegos' puede ser una buena opción si te entra hambre en Alhaurín de la Torre y si estas en Torremolinos, los espetos de 'El Sardiná'.
A pie de la MA-8300, a 10 minutos de la A-7, 'Venta García', en Casares, trae al siglo XXI el concepto de venta malagueña. Cocina tradicional incluyendo, por ejemplo, tabulé o sorrentinos de calabaza asada. Y en Casabermeja, también a 10 minutos de la A-7, 'Ventorrillo Patas Cortas' ofrece, entre otras especialidaes, patatas fritas a la leña en una terraza inolvidable. Se trata de una de las ventas más antiguas de la provincia, y es muy apetecible para una escapada.