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Graduarse como perro guía es la meta de un largo camino. Lo entendimos a la perfección tras la visita a la sede de Repsol, en Madrid, de los responsables de la Fundación ONCE del Perro Guía.
Además de mostrar a los trabajadores de la compañía los beneficios que tiene adoptar a uno de los futuros perros guía durante la primera fase de su adiestramiento, los responsables de la Fundación convirtieron el acceso al edificio en una pista de obstáculos con el objetivo de experimentar cómo trabaja un perro guía y sentir lo que es dejarse llevar por él a ciegas.
Para convertirse en estos héroes de cuatro patas, los cachorros de dos meses, normalmente de razas Golden Retriever, Pastor Alemán y Flat Coated Retriever, pasan a convivir con familias de acogida durante un año, periodo en el que la institución proporciona el apoyo técnico y corre con todos los gastos que genera cada animal.
Si resides en la Comunidad de Madrid, tienes disponibilidad para desplazarte al centro de la Fundación, en Boadilla del Monte, para los controles y vacunaciones y puedes comprometerte a que el perro no esté solo más de dos horas diarias, eres un buen candidato para educar uno de estos cachorros.
Las personas que los adoptan temporalmente desempeñan un papel esencial ya que, en este tiempo, además de crecer, recibir mucho cariño y socializar, el perro se acostumbra a situaciones y sonidos nuevos como el silbato del metro o el barullo de un mercado.
Tendrás que cuidarlo, enseñarle las pautas de obediencia básica y, sobre todo, llevarlo contigo y con tu familia a todas partes, viajes incluidos, para que se habitúe a estar tranquilo y portarse bien en todo tipo de espacios públicos.
Todos los días vemos el comportamiento exquisito de estos canes. Viajan en medios de locomoción sin causar problemas; en los trayectos largos por carretera se sitúan a los pies de su dueño sin mover un músculo; se tumban al lado de su compañero humano en una terraza o en un restaurante sin molestar a los otros comensales o, incluso, salen de compras a un centro comercial con la paciencia que ello conlleva.
El comportamiento de un perro guía se basa en pasar desapercibido allá donde esté y su labor está consiguiendo que la sociedad sea más tolerante con los animales de compañía.
Con su ejemplo están luchando contra el abandono y el maltrato tan generalizado en este país. "La forma en que cuidamos a nuestro animal también es educación", concluye la Directora Gerente de la Fundación del Perro Guía, Matilde Gómez quien junto a Enrique Sáinz de Murieta, Rosa Alfonso y Patricia Carrascal Sinovas disfrutaron de la exhibición en la sede de Repsol acompañados con sus animales.
Esta experiencia tan gratificante e inolvidable se topa, a veces, con algún que otro obstáculo. Uno de ellos es cuando llega el verano. Entonces, ¿qué hacemos con el cachorro?
En España la legislación sobre perros de asistencia (todos los entrenados para acompañar no solo a invidentes, sino también a sordos, diabéticos o personas con movilidad reducida) cambia según cada Comunidad Autónoma por lo que, si viajamos con nuestro futuro perro guía a la Comunidad de Madrid o a Cataluña no tendremos ningún problema porque su legislación los acepta como si ya fueran adultos.
Sin embargo, no es así en otras regiones por lo que antes de ponerte en marcha es recomendable leer atentamente su reglamentación y buscar un establecimiento (hotel, casa rural, albergue, apartamento…) que permita su estancia.
La cosa cambia cuando el animal se hace adulto y se gradúa como perro lazarillo. "Por lo general no tienen problemas", comenta Matilde Gómez. "Cualquier hotel en España está obligado a permitir que una persona y su perro de asistencia permanezcan en un hotel u otro tipo de alojamiento, a estar solo en la habitación o a moverse por las distintas áreas del establecimiento ya sea la piscina o el restaurante".
La cuestión cambia cuando se opta por otro tipo de viajes. Por ejemplo, "un crucero es más complicado", continúa Matilde, "porque los barcos tienen que habilitar una zona donde el animal pueda hacer sus necesidades y eso no siempre es factible". Una situación que continuará hasta que las navieras no ofrezcan una solución.
Hay invidentes más aventureros a los que no les importa salir al extranjero acompañados de su fiel compañero, incluso a países donde la figura del perro guía es más chocante. "Hay lugares donde se pueden encontrar muchos perros callejeros por lo que es importante extremar la vigilancia ante un mayor número de pulgas y garrapatas", puntualiza Matilde.
La salud del animal condiciona, en muchas ocasiones, la selección del destino de vacaciones. La mayoría de las veces, los cuidados y prevenciones se limitan a los que mantiene cualquier persona que tenga una mascota: "Ofrecerle todo el agua que necesite para que esté bien hidratado, no bajarle a la playa durante las horas más duras del día o cuidar sus almohadillas si tiene que caminar por el asfalto abrasador".