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Ruta de las caras

La Ruta de las Caras

Actualizado: 28/09/2016

Fotografía: Johanna Saldón

Son 18 caras esculpidas en la roca que vas descubriendo a medida que te adentras entre pinares. La excitación es máxima. Para los niños se convierte en un reto, ¡un juego!: ¿quién encontrará la siguiente? Junto al Pantano de Buendía, en Cuenca, se halla una de las excursiones más misteriosas de nuestro país.
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Atención, porque esta excursión tiene muchas ventajas para ser un plan perfecto(en familia, ¡o no!). La primera es la escasa dificultad de la ruta. Se aparca junto a la entrada en el parking habilitado y se siguen las indicaciones por un sendero casi llano y sin ninguna complicación. Se puede hacer hasta con carrito de niño y en terminarla se tarda aproximadamente una hora.

La ruta puede ser muy misteriosa. Foto: Turismo de Cuenca.
La ruta puede ser muy misteriosa. Foto: Turismo de Cuenca.

La segunda ventaja es que despierta la curiosidad de los niños y hace volar su imaginación. Al aire libre, en un entorno bonito y en familia, ¡perfecto! Puedes plantearlo como un juego de puntos: cada vez que uno localiza una cara suma un punto, y en función del tamaño pueden sumar dos. En nuestra familia lo hicimos así y los niños estuvieron motivados e ilusionados hasta el final. "¡Allí hay otra!", gritaban emocionados.

La tercera gran ventaja es que el acceso es libre y gratuito. Junto a la entrada hay una zona de merendero con mesas y sillas para poder hacer un pícnic con los niños antes o después de la ruta. Así se plantea un día redondo y 'low cost', y eso ya es mucho.

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El lugar es un auténtico museo al aire libre, y el entorno le añade muchísimo encanto. Caminar por una zona arbolada entre pinares e ir encontrándose con las esculturas de diferentes autores, llegar al pantano y disfrutar de las preciosas vistas, porque el paisaje es impresionante. Aquí, descubrir las caras esculpidas en la roca es una parte del plan, recrearse con la naturaleza que las rodea es otra.

Lo que vemos son las obras de los escultores Jorge Maldonado y Eulogio Reguillo, creadas entre los años 1992 y 2007. Ambos solían bañarse y pasar en Buendía los fines de semana (y se nota su amor al lugar). Las caras están talladas de manera artesanal con martillos, cinceles, piquetas y en ningún caso se utilizaron taladros eléctricos ni nada automático. Una de las curiosidades de su creación es que los escultores trabajaron por separado porque cada uno tenía su propio método: Jorge era más de aprovechar la forma de las rocas y trabajar la imaginación, y Eulogio prefería lo práctico, esculturas que durasen en el tiempo sin importar la dificultad. Este último hizo las esculturas en paredes verticales, lo cual supone más trabajo pero añade más protección.

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¿Qué encontraremos en esta ruta? Veremos caras de distintos tamaños y motivos: la Moneda de la Vida, la Cruz Templaria, el Beethoven de Buendía (con unos cabellos que ondean al viento gracias a las formas de la roca)... Los más populares son el Chemary, un personaje de fábula que parece salido de un gran libro, una especie de gran gigante dormido de más de 2 metros de altura que transmite la paz y la sabiduría del bosque.

Así se esculpieron las caras. Foto: Turismo de Cuenca.
Así se esculpieron las caras. Foto: Turismo de Cuenca.

Espectacular por su tamaño es Krishna. Una de las deidades hindúes más adoradas, decorada con muestras del arte religioso de la India. Mide 4 metros de alto por 3 de ancho y su presencia en Cuenca se debe a que Eulogio había visitado la India dos veces y estaba fascinado por este tipo de obras.

Tampoco deja indiferente a nadie Cara de Muerte, ¡una calavera! La única figura que mira a la salida del sol, una metáfora de la vida y la muerte: el busto contempla desafiante el resto de las caras y se interpone entre el agua y la tierra. Ojo, porque desde aquí se tienen vistas privilegiadas del pantano de Buendía.

Hay muchos seres escondidos, más pequeños y ocultos, que a los niños les vuelve locos encontrar. Se esculpieron en roca arenosa, que adquiere tonos amarillos y anaranjados, lo que concede al conjunto unos matices propios. Pero construir estas caras no fue fácil. La dureza de la roca complicó los trabajos. Algunas obras, como Krishna o Maitreya, tardaron ocho años en esculpirse y el Chamán, cuatro. La pregunta es si no se van desgastando. La respuesta es sencilla: todas están tratadas con un producto para retrasar la erosión que provoca la metereología adversa.

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El recorrido es circular y sencillo: terminas donde empiezas y no tienes que deshacer el camino andado. Por algo reciben más de diez mil visitantes, lo que deja claro que el boca a boca y la labor del Ayuntamiento han dado sus frutos, puesto que a mediados del siglo XX esto era una zona deforestada por el pastoreo intensivo y la tala descontrolada. La construcción de la presa marcó el punto de inflexión de un gran cambio: se repobló la masa forestal con pino carrasco para prevenir la erosión de las orillas del embalse. Y el paisaje quedó tan espectacular como lo vemos y disfrutamos ahora.

Un día muy completo

El día se puede completar con otra excursión al embalse de Buendía, también denominado Mar de Castilla, que recoge las aguas del río Guadiela y forma un lago de 8.000 hectáreas. Es un pantano navegable donde se practican todo tipo de deportes acuáticos e incluso puedes bañarte en sus aguas, ¡uno de los mejores puntos para ello de toda Castilla La Mancha!

Otra posibilidad es acercarse al Museo del Carro de Buendía, donde podremos ver una curiosa diligencia de la línea Madrid-Buendía del siglo XIX, que tardaba ¡unos tres días! en llegar, o una calesa para traer el correo tirada por caballos. ¡A los niños les encantará!

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- 'Restaurante Abuela Maravillas': Un restaurante de comida tradicional con buena materia prima y mejor servicio. De esos en los que uno se siente en casa, y lo mejor, come como si lo estuviera.

- 'Hostal restaurante Obispo': Un clásico entre los clásicos, con una terraza muy agradable para el buen tiempo y buena comida asegurada. Sus platos típicos (muy de la zona) son el morteruelo, los zarajos, el pisto manchego y, cómo no, laschuletas de cordero. Si las pides con patatas fritas, los niños las devorarán.

La apetecible terraza del 'Abuela Maravillas'.
La apetecible terraza del 'Abuela Maravillas'.

Cómo llegar

Hay que llegar al municipio de Buendía y seguir las indicaciones: Ruta de las Caras. Está bien señalizado y no tiene pérdida, pero hasta el parking hay que recorrer en coche un camino no asfaltado de piedras bastante incómodo. Se tarda unos 10 minutos.

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