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En Madrid ya empieza a oler a verbena y, cada vez más, la gente se anima a vestir de chulapa o de chulapo para acudir a ellas en sintonía. A diferencia de otras comunidades autónomas, donde su indumentaria tradicional está más consolidada, donde existen establecimientos especializados en su confección y la gente suele invertir auténticas fortunas en ella, en la capital la indumentaria tradicional sólo se encuentra en tiendas de disfraces o almacenes asiáticos, por lo que su calidad deja mucho de desear… A no ser que te lo hagas a medida.
‘Carmen 17’ es el mejor lugar para ello. En este atelier, fundado en 2011 por Sofía Nieto y Arancha Rodrigálvarez, realizan vestuarios para todo tipo de producciones audiovisuales y escénicas, diseñan y realizan colecciones para hombre y mujer de forma artesanal, en condiciones laborales justas y empleando materiales de cercanía de alta calidad, de origen natural y de bajo impacto medioambiental. Y, además, confeccionan a medida la indumentaria tradicional madrileña. Pero ojo, más que realizar el traje de chulapa en sí, ‘Carmen 17’ hace una revisión del mismo.
“Arancha siempre decía que al traje de chulapa había que darle una vuelta. Hay que evolucionarlo para que vaya con los tiempos y que apele a la gente del momento, que no quede como una mera curiosidad antropológica. Qué esté vivo, que evolucione, que sea divertido y que te invite a formar parte de una fiesta”, asegura Sofía.
Arancha lo tenía muy claro: “Mientras que hay trajes con muchísima tradición, con muchísimo arraigo, como el de fallera o el de castellana, en Madrid no. De hecho, en las fiestas se nota muchísimo. En las Fiestas de El Pilar de Zaragoza todo el mundo se viste de baturro y de mañica y, si tu vas a la Paloma, solo hay cuatro personas ataviadas de chulapa y de chulapo. Esto es, por un lado, porque no tiene ese arraigo, porque el traje de chulapa viene más por el mundo de la escena, de la Zarzuela; y, por otro, porque en Madrid se diluye todo un poco”. A ello hay que sumarle que, a pesar de que el traje de chulapa es muy sexy y sienta muy bien a la figura femenina, la manga jamón y el estampado “lo hacían un poco cansino”, como puntualizan las diseñadoras.
Las características novedosas de los trajes madrileños de ‘Carmen 17’ son varias. Primero, porque permiten a los clientes y clientas intervenir en el diseño y desarrollo de la prenda. Así, les acompañan al gigante capitalino de los tejidos -la archiconocida tienda de Julián López- para elegir la tela y esto, además de elegir el estampado que más le guste, tiene otro motivo que revela Sofía.
“Participar en el proceso de creación tiene la intención de generar en esa persona un conocimiento sobre ese mundo tan grande que hay detrás de la confección a medida y con el ánimo de que, si lo conocen, quieran cuidarlo. A diferencia de la confección industrial, es una relación con la ropa en la que puedes reflexionar, generar redes, contar tu historia o proteger tu cultura”.
La elección del tejido, casi siempre en algodón, suele dar grandes sorpresas porque el estampado -de calaveras, de estrellas, de rayas, de cuadros, de geometrías, de frutas, de flores…- refleja la personalidad y los gustos de cada uno. Además, la ropa a medida es totalmente inclusiva: “Todas las tallas se puedan hacer y, en ella, la ropa se adapta a los cuerpos y no al revés”, dice Sofía. “En ese sentido, siempre tenemos ese discurso de inclusión y de diversidad de formas. Incluso aunque tengas una talla normativa, experimentar cómo es exactamente algo a medida, que te va a sentar lo mejor posible”.
En su afán de hacer un traje apetecible, funcional y cómodo, el traje de chulapa lo hacen en falda y top. Este último, además, lo ofrecen en dos variedades: con flecos en la espalda -para aquellas que no quieren llevar el mantón de Manila por temor a perderlo-, y en forma de corsé, con ataduras a la espalda y manga farol.
“El prototipo que proponemos nosotras es de dos piezas sueltas, para que pueda ser combinable ¿Qué te pones todo junto? Bien. ¿Qué te pones la parte de arriba con unos vaqueros? ¿O la falda con una camiseta de tirantes? Pues también”, aseguran las diseñadoras. “Tú puedes darle la modulación que quieras y siempre queda muy bien. Divertirse con el traje y hacerlo ponible y divertido. Es ir para celebrar el barrio. Echarte un baile. No pensar que es algo anticuado”. Además, como calzado acepta desde unas trainers a unas alpargatas.
En cuanto al traje masculino, la prenda estrella es el chaleco de pata de gallo. Las diseñadoras, además, llevan a bordar la espalda. Y, atención, que el traje de chulapo es agender y muchas féminas suelen pedirles algunas variantes del mismo: “Hemos tenido casos de todo tipo: de chaleco con falda, de chaleco con pantalón, de chaleco con minifalda, de chaleco con pantalón con volante que parece falda… La gente expresa su identidad mediante el traje”. Además, necesita pocos aderezos, sólo requiere la parpusa -la mítica gorra de pata de gallo-, la babosa o camisa blanca, y el clavel en el ojal.
Eso sí, en ‘Carmen 17’ apuestan por los talleres y tiendas de proximidad. “En la calle del Carmen medimos, en la calle de la Bolsa compramos el algodón, volvemos a la calle del Carmen, donde lo cortamos, montamos y, si tenemos que bordar, lo hacemos en la calle Fomento…”, apunta Sofía. “Todo es de cercanía. Mientras los comercios sigan abiertos, sigan vivos, puedes hacer como una especie de encaje de bolillos uniendo un taller con otro. La cuestión es mirar todo lo que hay en tu barrio para que puedas apoyar y avivar, porque si no lo hacemos, vamos a desaparecer”
Ahora que ya tenemos nuestro traje castizo, toca lucirlo en la verbena. Y no hace falta haber nacido en Madrid, sino tener el deseo de formar parte de una comunidad. Y Sofía y Arancha han dado ejemplo reuniendo a muchas de sus chulapas en la famosa taberna de ‘La Casa de Las Torrijas’, una taberna centenaria -fue inaugurada en 1842- situada en la calle Paz (número 4), a escasos metros de la Puerta del Sol, que desde 1907 está especializada en cocina tradicional y torrijas, siguiendo la receta de toda la vida.
Ataviadas con coloridos trajes de chulapa y de chulapo, ellas pusieron por un día, el toque castizo que requería el local, porque el traje regional en el textil es como el acento en un lenguaje. “Eso es riqueza y, ahora mismo, son casi tesoros, porque como se está aplanando todo…”, argumenta Sofía. “Entonces, esa reivindicación del traje regional o de inspirarnos en él para revisitarlo, es una manera de avivar esa llama en la gente joven. También, otra finalidad del traje de chulapa es hacer vecindad, ocupar los espacios públicos para, simplemente, ir a bailar”.
San Isidro, San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma son las verbenas más famosas que no hay que perderse esta temporada de calores recién estrenados porque, como dicen en una estrofa de la famosa zarzuela de Agua, azucarillos y aguardiente: “Andando, vamos pronto a la verbena / pa que digan: ahí viene / la gente buena”.
‘CARMEN 17’ - Carmen, 17 (piso 4). Madrid. Tel. 699 87 04 50.
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