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Cada año el mismo problema. A quién elegir. Quién viene, quién repite, quién llega de nuevas. Porque una vez que prueban la 'experiencia PortAmérica', todos quieren volver.
Y no hablamos de los grupos de música, que también, sino de los cocineros que pueblan el Showrocking Guía Repsol, el tercer gran escenario de este festival veraniego que tiene lugar del 5 al 7 de julio en Caldas de Reis, en el interior de Pontevedra. Se lo pasan tan bien, es una experiencia tan diferente y divertida, que hay tortas para volver.
Este año, al igual que el pasado, el cupo se cierra en 30 invitados, a razón de 10 chefs al día y dos tapas diferentes por chef. De todos los rincones de España se acercan cocineros como Diego Guerrero ('DSTAgE', Madrid), Pablo González ('Cabaña Buenavista', Murcia) o Javier Olleros ('Culler de Pau', O Grove), a compartir fogones y aventuras con compañeros que dan el salto desde México, como Edgar Núñez, de 'Sud 777', o Perú, de donde llega Christian Bravo ('Bravo Restobar') tras varios años tratando de acercarse a esta cita veraniega y con un marcado sabor gallego.
"Todos quieren repetir. Lo que para mí es un embolado porque tengo que prescindir para renovar y me cuesta", nos cuenta con retranca Pepe Solla (3 Soles Repsol), chef de 'Casa Solla' y, en sus ratos libres (ejem) Comisario del Showrocking (que no showcooking) del festival. ¿Las caras nuevas de este año? El peruano Christian Bravo, el vasco Andoni Luis Aduriz ('Mugaritz', 3 Soles Repsol), el cordobés Paco Morales ('Noor', 2 Soles Repsol), los madrileños Gonzalo García y Luis Gómez-Bua ('Nakeima') o el santiagués Eloy Cancela ('A Horta do Obradoiro').
"Sé que el próximo año van a tener un problema porque van a querer volver", se resigna Solla. ¿Qué hace tan especial esta cita para los profesionales de los fogones, marcada también en los calendarios de los festivales veraniegos por los amantes de la música indie y el buen comer?
"Es una forma de trabajar muy distinta. Es tremendamente bonito estar trabajando en el festival, la gente se lo pasa bien, está la gente tocando, tú mismo también puedes disfrutar del festival", resume Pepe. Como no podía ser de otra manera, el Showrocking es el tercer escenario oficial del festival, aunque los fogones están a pie de calle, para estar cerca de la gente.
Cocinar con los conciertos de fondo y con el público al alcance de la mano para charlar. Y una oportunidad de encontrarse con compañeros de profesión más allá de los estresantes congresos y ferias gastronómicas. Aquí se viene a cocinar, a estar entre amigos y a pasárselo bien.
Suponemos que ese buen rollo, que fluye de los festivaleros a los músicos, pasando por los cocineros, y de vuelta, anda también detrás de ese ambiente especial que se crea a la sombra de una carballeira gallega.
Muchos de ellos, de hecho, aprovechan el festival para hacerse una ruta por Galicia. "Muchos de los cocineros que vinieron por primera vez el año pasado repiten y se vienen un par de días antes para estar por aquí y disfrutar de Galicia".
"Los hay que se vienen 4 o 5 días antes para poder ver cosas, proveedores, productos, y eso lo hace más interesante", nos cuenta Solla. "Hacemos vida de pandilla", añade Olalla Camaño, responsable de producción del Showrocking. Una pandilla que igual se toma unas cañas, que reparte unos pinchos, que hacen el bobo con caretas o acaban la noche brindando con mezcal.
Todos marcan como imprescindibles, además, los eventos parejos al festival que Pepe, como buen anfitrión, monta para los invitados que quieran apuntarse. Ya son míticas, nos cuentan, la comida en 'Casa Solla' y las siestas a la sombra de la morera del restaurante, que recomponen a cualquiera después de una buena comida y más si la noche anterior uno se excedió más de la cuenta.
O la fiesta de fin de festival en casa de Iván Ferreiro, donde los músicos se mezclan con cocineros y todos hacen de todo. No falta el buen pescado e, impepinable, la cacheira (cabeza) de cerdo que Diego López Moli (de 'La Molinera', Lalín) se trae para asar.
La gastronomía y Pepe Solla forman parte de PortAmérica desde su nacimiento, siete años atrás, cuando Pepe, Yayo Daporta y Alberto González se pusieron a los fogones con la idea de acercar a la calle una alta cocina que en aquel momento se entendía como algo gourmet.
En la presente edición, la segunda que se celebra en la nueva localización de Caldas de Reis, se prevé el servicio de unas 16.000 tapas a precios populares. De 19.45 horas a 24 horas, en dos turnos, los cocineros prepararán tapas como la coca de ventrescas de Maca de Castro, el rollito leonés de cecina, foie y manzana caramelizada de Yolanda León o el taco de carnitas de Edgar Núñez.
PortAmérica se celebra desde el año pasado en una tranquila y sombreada carballeira en Caldas de Reis, a la orilla del río Ulla. Una ubicación más acorde con los valores de un festival que pone la sostenibilidad local y el cuidado del medio ambiente como dos de sus banderas.
El festival tiene camping, que descansa tranquilamente al borde del río, un mercadillo de productos artesanos y locales, actividades para niños y un sistema de autobuses gratuitos que te acercarán hasta Caldas desde diez puntos de recogida desperdigados por toda Galicia.
Y como no todo va a ser comer, en los dos escenarios musicales se irán turnando grupos como Vetusta Morla, Izal, el Columpio Asesino o Iván Ferreiro. Habrá conciertos acústicos y sorpresa en el Showrocking y hasta una batería montada con material de cocina para inmortalizar el festival. No son tontos, estos cocineros. ¿Quién se lo querría perder?