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Escenarios de 'Los herederos de la tierra': Yon González y Elena Rivera (apertura)

‘Los herederos de la tierra’: los escenarios donde se rodó la serie de Netflix

Drama histórico en una Cataluña medieval

Actualizado: 13/04/2022

Netflix estrena la serie Los herederos de la tierra, un potente drama histórico ambientado en el conflictivo tardomedievo español. Yon González o Elena Rivera protagonizan esta continuación independiente de la trama de La catedral del mar, centrada en el durísimo enfrentamiento entre dos poderosas familias de la época. Varias localizaciones históricas y naturales de Cataluña han servido para viajar a las intrigas palaciegas de hace más de 600 años.
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Barcelona, finales del siglo XIV. Tras la muerte de su padre, un joven llamado Hugo Llor empieza a buscarse la vida en las atarazanas como protegido de una poderosa familia, los Estanyol. Pero la vuelta a la ciudad de los Puig, enfrentados a muerte con los Estanyol, provocará que los planes de Hugo corran peligro. Así arranca 'Los herederos de la tierra', miniserie histórica llena de luchas de poder y dramas familiares.

La historia continúa la que se pudo ver en La catedral del mar, también basada en una exitosa novela de Ildefonso Falcones. Netflix estrena el 15 de abril esta producción de época que nos traslada a una Cataluña de palacios, iglesias y viñedos. Ciudades y municipios de Barcelona, Girona y Tarragona han servido de localizaciones para viajar a aquellos turbulentos y violentos años.

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La noble Barcelona tardomedieval

Las aventuras y desventuras de Hugo Llor, interpretado por David Solans y Yon González, comienzan en la ciudad de Barcelona. El equipo de Los herederos de la tierra, producida por Diagonal TV (Banijay Iberia), TV3 y Atresmedia TV, escogió varios escenarios reales de Barcelona y Girona para llevarnos al esplendor palaciego del tardomedievo.

Uno de los lugares más que distinguibles de Barcelona en la serie es la Plaza del Rey, centro del barrio gótico y rodeada por varios conjuntos monumentales de la época. Sus palacios y edificios mantienen parte de la arquitectura de entonces y sirvieron para traducir en imágenes las tramas de reyes, condes y nobles de la novela de Falcones.

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El rodaje de Los herederos de la tierra pasó por la Plaza y por varias de sus calles colindantes, como la Calle de la Piedad, por la que caminan los personajes de la serie en varias ocasiones. Recorriendo este tramo se pueden ver incluso partes y detalles de la limítrofe Catedral de Barcelona. “Borrando algunos elementos posteriores, podíamos usar esas calles sin problema”, asegura el director de la serie, Jordi Frades.


Con una fuerte presencia religiosa en su historia, no pueden fallar las iglesias de Barcelona en la serie. Además de rodar en el Monasterio de Murtra (Badalona), vuelve a aparecer el interior del símbolo de La catedral del mar: la Basílica de Santa María del Mar, que también es captada en su parte exterior durante una secuencia de boda con Rodolfo Sancho y Natalia Sánchez.

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En cuanto al Monasterio de Santa María de Junqueras, donde Isadora (Bruna Cusí) entra como criada, el de Los herederos de la tierra es en realidad el de Castillo de Perelada (Girona) en su parte exterior, mientras que el claustro que aparece en la producción pertenece al de Santas Cruces (Tarragona). El pequeño municipio de Molins de Rei (Barcelona), en cambio, sirvió para reconstruir las Atarazanas Reales de la ciudad condal.

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Para terminar de darle forma a esa Barcelona más pudiente, el rodaje se trasladó a Girona, donde se rodó en las calles del barrio judío de la ciudad, muy presente. El famoso y bien conservado call de Girona, con sus palacetes, hizo las veces de la zona judía (la masía de los judíos se reconstruyó en Canet d’Adri, Tarrasa), vital en la trama de la serie. Forma parte del Barrio Antiguo (Barri Vell) de la ciudad, que también aparece en una procesión real en el que se ve el fantástico Portal de Sobreportes (capítulo 2).

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La Barcelona popular

Sin salir de la provincia de Girona podemos visitar los pueblos que sirvieron para retratar la otra cara de la Barcelona medieval: la más humilde, representada en la serie, entre otros, por la propia familia de Hugo Llor. El equipo artístico y técnico de la producción recorrió la comarca del Ampurdán para transportarnos a la zona popular de la ciudad.

El pueblo más utilizado fue el municipio de Monells. Conocido por ser una de las localizaciones de la película Ocho apellidos vascos, varias de las calles y detalles sirvieron para Los herederos de la tierra: “Tiene una estructura muy medieval, es muy parecido a cómo eran las zonas urbanas, las menos nobles, de la Barcelona de la época”, comenta Frades.

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Las vías peatonales de Monell sirvieron para una violenta entrada en el barrio judío que aparece en la serie. Así lo explica el director: “Las callejuelas permitían dividir la acción en varias partes y estaban menos tocadas que en el centro de Girona. Tuvimos muchas facilidades para usar la plaza y toda la zona que la rodeaba”.

Pero no fue Monells la única localidad que dio forma a esta parte de Barcelona. Si se está por la zona no hay que perderse Peratallada, otra villa y conjunto histórico-artístico perfecto para recoger las fortificaciones y la arquitectura popular de las calles de la época (como también lo fue el más lejano Rupia). El espíritu de Peratallada está tan alineado con el de la serie que cada año acoge una Feria Medieval.

En el Ampurdán también se puede visitar otro pueblo que se usó para el rodaje de la serie: Vilabertrán. Aquí se rodó el exterior del Castillo de Sabanell y el interior del monasterio de Bonrepòs (en realidad, el de Santa María), capitales para los personajes de Mercé (Aria Bedmar) e Isadora, respectivamente. El exterior de Bonrepòs se grabó en el monasterio de San Ponce de Corbera (Barcelona).

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Lejos del Ampurdán, pero sin salirnos de tierras gerundenses, también se puede ver una localización de Los herederos de la tierra: el Castillo de Hostalric, otro patrimonio cultural de la zona que se utilizó para recrear los interiores de los castillos y algunas de las tabernas que aparecen en la serie.

Viñedos y playas: las zonas naturales

Pero la serie basada en los best seller de Ildefonso Falcones no solo ofrece edificios, calles y fortificaciones: también deja ver zonas naturales, especialmente presentes en la vida de Hugo Llor en la segunda mitad de Los herederos de la tierra.

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Hugo concentra mucho de su trabajo y energía en los viñedos, labrándose un futuro como bodeguero. Jordi Frades comenta cómo les costó encontrar lugares para esta parte de la serie: “Fue difícil porque necesitábamos viñedos que no estuvieran emparrados como se emparran actualmente, sino que la viña estuviera en la cepa como estaba en esa época”.

Después de ver muchas zonas de viñedos, encontraron unos en Sant Sadurní D'Anoia (Barcelona), municipio conocido por su producción de cava. Allí se rodaron las secuencias con las vides como protagonistas, mientras que la masía donde vive Hugo, también con viñedos, se encontró en Vilafranca del Penedés (Barcelona).

Una de las localizaciones más llamativas y repetidas de Los herederos de la tierra en plena naturaleza es la playa de Barcelona, donde llegan y salen multitud de barcos. La que vemos en la serie tantas veces es la Playa de Tamarit en Altafulla (Tarragona), una zona marítima perfecta para realzar una reconstrucción medieval porque tiene el Castillo del pueblo en su fondo.

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Tarragona, Santa Coloma de Gramanet (Torre Pallaresa), Tortosa o Juncosa de Montmell completan el tour de escenarios para esta serie que estrenará Netflix primero el 15 de abril y que después pasará a emitirse en abierto. Espera un cóctel de mentiras, romances y traiciones.

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