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Pepe Borrell - Huyendo de la Crítica

Obras de arte que se asoman por la ventana

Los personajes de los cuadros se asoman al balcón (y alguno hasta se fuga)

Actualizado: 17/04/2020

Que poco saboreábamos hasta ahora salir al balcón o mirar por la ventana. Los grandes artistas de la pintura llevan siglos capturando instantes repletos de significado sobre un hecho tan intrascendente en apariencia. Sus personajes te contemplan con el mismo descaro que tú a ellos, sin cortinas de por medio, ves sus rostros y te imaginas sus vidas y hasta de qué están cuchicheando. Son escenas que cobran actualidad y nos linkan con ese pasado con el que en el fondo tenemos mucho en común. Hay tantas ganas de pisar la calle que hasta alguno se escapa de su propio marco.
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A muchos artistas les gusta romper el espacio pictórico y prolongarlo hacia el espectador. Y los balcones, sin llegar a ser considerados metapintura, representan una manera de implicar a quien contempla la obra convirtiéndole en objeto de la mirada de los protagonistas del cuadro. Así nos sentimos estos días cuando salimos al balcón a tomar un ratito el sol, a que te dé el aire o a aplaudir a tantas personas que trabajan para que el resto podamos estar en casa. Observadores y observados a la vez. Formando parte de nuestro propio cuadro. Igual hasta encajarías en alguno de los que hemos seleccionado. Piensa en cuál de ellos te descubres.

1. 'Huyendo de la crítica', de Pere Borrel

Imposible no sentirse identificado con el niño que se escapa del cuadro con impaciencia por fugarse que abre este artículo. El famoso trampantojo de Pere Borrell del Caso, titulado Huyendo de la crítica, cobra otro significado, volviéndose un icono del deseo que tenemos todos de salirnos del marco.

2. 'Hombre en la ventana', de Samuel Van Hoogstraten

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Más que huir, el Hombre en la ventana de Samuel Van Hoogstraten parece necesitar algo de aire, como si la habitación en la que está confinado le resultara agobiante. Su actitud es la de alguien que se ha resignado al encierro pero que busca aliviar la claustrofobia sacando como puede la cabeza por el hueco practicable del vitral emplomado. Es uno de los mejores ejemplos del estilo del artista holandés.

3. 'Autorretrato', de Gerrit Dou

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Otro discípulo de Rembrandt, el pintor Gerrit Dou Dutch, se autorretrata aquí hojeando un libro en la ventana y, para que no haya duda de su oficio, con sus herramientas de pintor, la paleta y los pinceles. Parece que le pillemos en un rato de descanso, cuando desconectar para leer y mirar por la ventana puede ayudar a recuperar la inspiración o a resolver algún problema técnico del cuadro. Tenemos la tentación de colarnos en el estudio del artista y ver en qué está trabajando en estos momentos.

4. 'Dos mujeres en la ventana', de Murillo

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Aunque se empezó a usar en el Renacimiento a raíz del descubrimiento de la perspectiva, fue en el Barroco, cuando el recurso de la ventana se convirtió en un elemento recurrente para poner en práctica el truco del trampantojo pictórico. Murillo pinta dos muchachas en la ventana y consigue que el espectador crea, de veras, ver más allá del cuadro, y sienta que puede pasar del espacio público al privado. Y también en dirección contraria, que el arte sale al mundo real. ¡Qué de vida hay en esos ojos! Nos cuentan que algo interesante está pasando en ese instante en esa calle de Sevilla. Porque Murillo además de ser el pintor de Inmaculadas que todos conocemos fue un magnífico cronista de lo popular.

5. 'Muchacha en la ventana', de Dalí

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No podemos ver si Ana María sonríe o está seria. Aunque parece relajada, lo más probable es que esté cansada de intentar concentrarse en no moverse mucho mientras posa para su hermano Salvador en la casa de verano en Cadaqués. ¡Quién pudiera estar ahora de vacaciones en la playa! No hay mejor forma de evasión que perder la mirada en el horizonte que dibujan el cielo y el mar.

6. 'Majas al balcón', de Goya (1808 – 1812)

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También apoyadas en la barandilla de hierro forjado, las dos bellas damas miran al espectador que las contempla. Exuberantes, saludables y sonrosadas, parecen ignorar las figuras siniestras que custodian sus espaldas y se exhiben sonriendo, sabiéndose seguras desde su parapeto elevado. Pintado hacia 1812, quizás el pintor quería contar cómo la gente intentaba continuar con su vida a pesar de estar en plena Guerra de la Independencia.

7. 'Pompas de Jabón', de Chardin

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Vida que ahora parece ir a cámara lenta. Como en el cuadro de Chardin, donde todo queda en pausa. Un joven sale a la ventana para soplar, absorto, una pompa de jabón, mientras otro chico no le quita ojo. El hermano mayor entreteniendo al pequeño, quien mira fascinado la frágil burbuja a punto de salir volando, y que inevitablemente estallará. No es de extrañar que los pintores holandeses del siglo XVII introdujeran las pompas en sus bodegones como alegoría del inexorable del paso del tiempo.

Para ayudarnos a pasar ese tiempo, ahora que no podemos salir, el arte inventó hace muchos siglos un encuadre inmejorable para ver la vida desde casa. Una ventana que hace de puente entre nuestro espacio de observadores y lo observado. Que nos ofrece un modo de escaparnos a conocer otros mundos.

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