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12 talleres de cerámica donde encontrar tu regalo perfecto

Regalar cacharros con mucho arte

19/11/2024 –

Actualizado: 17/12/2023

Los talleres de cerámica han vuelto a nuestras vidas con fuerza y para quedarse. Las artistas, alfareras y diseñadoras florecen por la península o vuelven a ser recuperadas del rincón a que las sometieron modas que no sabían integrar raíces y vanguardia. Por suerte, aquí están, con piezas únicas, ya sean esculturas, magníficos cacharros para nuestras cocinas o vajillas donde cada pieza es única, como los artistas que aquí os recomendamos.
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1. Blanka Gómez de Segura, directora del Museo de Alfarería Vasca de Ollerías

La cerámica es sanadora y Blanka Gómez de Segura lo demuestra. Su vocación y pasión por este oficio milenario es lo que mantiene en pie el caserío del siglo XVIII convertido en Museo de Alfarería Vasca de Elosu (Álava) que, con su antiguo horno de nueve metros de altura, es una joya. Aquí la arcilla trabajada, sobria e inmaculada, cuenta su propia historia viva mientras Blanka continúa modelando piezas que deseas tener en cuanto las ves.

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Blanka López y Luisa López Tellerías en su taller. Foto: Sofía Moro

2. Ana Tenorio y su taller de cerámica ‘Witchneeds’

Ana Tenorio es la prueba de que no hace falta estar en la cocina para ser partícipe de la experiencia inolvidable de un comensal. Los platos de ‘Casa Solla’, ‘Aponiente’ o ‘Culler de Pau’ (restauratntes 3 Soles Guía Repsol) hacen de su menú una vivencia más intensa con las vajillas de esta ceramista. Bajo el paraguas de ‘Witchneeds’, elabora en Marcosende de forma artesanal, en el concello de Vigo (Pontevedra), piezas de cerámica únicas que fusionan arte, naturaleza y gastronomía, y dan vida a las mejores elaboraciones de cada chef.

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Ana Tenorio en su taller de Marcosende (Vigo). Foto: Adrián Baúlde

3. Estefanía Padilla y la cerámica orgánica de ‘Asterisque’

La cerámica de ‘Asterisque’ recrea el universo personal de Estefanía Padilla, su alma mater. Las formas agrestes, asilvestradas e imperfectas, pero a la vez tan puras, de sus piezas evocan al ecosistema donde se ubica su taller de Níjar. La artesana nos descubre cómo interpreta en jarrones, platos o vasijas el poderoso ritmo de la naturaleza más árida.

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4. ‘Adeva’ y ‘Centro Cerámico’, artesanía de Talavera de la Reina

Si eres de los que recorren kilómetros para encontrar objetos únicos y reivindicas lo artesanal frente a la producción en serie, ya estás tardando en acercarte a los talleres de los ceramistas de esta mítica meca de la loza y la azulejería. Entre la modernidad y la tradición, nos metemos hasta el fondo de dos de los 16 talleres de cerámica de Talavera de la Reina, en los que se trabaja y pinta el barro a mano: ‘Adeva’ y ‘Centro Cerámico’. Tras observar el magistral manejo de los pinceles -se usa una caña para asegurar el pulso-, la técnica y la exclusividad de cada pieza, ya sean motivos modernos o populares, dan ganas de llevárselo todo. No te vayas sin contemplar las escenas renacentistas y barrocas en azulejos de la basílica de la Virgen del Prado.

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Calaveras, jarrones gatita Frida y bustos de gallo, rata, sapo y galgos en Centro Cerámico. Foto: Sofía Moro

5. Cerámica tradicional del barrio de Triana

Cuna de marineros, flamencos y toreros, Triana también es el lugar donde se gestó, desde tiempos inmemoriales, la tradición alfarera que llevó el nombre de Sevilla a los rincones más insospechados del mundo. Tras vivir su momento de gloria cuando funcionó como Puerto de Indias y con la celebración de la Exposición Iberoamericana de 1929, hoy las huellas del pasado tratan de fortalecerse para no perder las raíces.

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Dolores es una de las propietarias de 'Rocío Triana'. Foto: Javier Sierra

6. Susana Gutiérrez y su vajilla ‘Humana’ en el restaurante ‘Jauregibarria’

Humana. El cuerpo fuera del cuerpo” es una exclusiva vajilla a partir de aquellas partes del cuerpo que crean conflicto a un grupo de mujeres. Creada por la ceramista Susana Gutiérrez en el taller porcelanista ‘Sweet Sue’, el resultado es una pasada. Siete piezas a partir del cuerpo de siete mujeres, aportan una reflexión sobre la percepción del propio cuerpo, un exorcismo de tabúes, complejos y convencionalismos castradores. La serie se limita a 20 ejemplares de cada.

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La rodilla de Ina dio lugar a una de las piezas. Foto: David Herranz

7. Gonzalo Martín y su taller ceramista en La Orotava

Las vajillas de Gonzalo Martín seducen al primer golpe de vista. Por eso no es de extrañar que los grandes chefs caigan rendidos ante sus piezas. El taller y sus manos lo dicen casi todo. “Diseño vajillas únicas para chefs con grandes ideas”. La carta de presentación del artesano tinerfeño se empezó a modelar hace 35 años, en las manos de un niño que descubrió una pasión irrefrenable por la cerámica. Su habilidad y perseverancia le han llevado a trabajar con los mejores astrónomos de la gastronomía española: los coleccionistas de Soles y estrellas más prestigiosas.

Martín trabaja 12 horas al día, a veces 14.

Martín trabaja 12 horas al día, a veces 14. Foto: Rocío Eslava

8. Cerámica madrileña en ‘Tánata’, ‘Arte Hoy’ y ‘Tado’

No hay más que ver las tejas anaranjadas de sus edificios o las piezas que nacen en los hornos de los artistas más vanguardistas para darse cuenta de la estrecha relación que hay entre Madrid y la alfarería. Gracias a las últimas tendencias, la cerámica ha perdido su lado meramente funcional para convertirse en uno de los elementos decorativos más llamativos por sus formas, texturas y colores. ‘Tánata’, ‘Arte Hoy’ y ‘Tado’ son tres de las firmas de la capital donde se puede admirar el trabajo de los artesanos que consiguen sacar el máximo partido a este material tan versátil.

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Pedro León tiene la tienda y el taller en el mismo espacio. Foto: César Cid

9. El taller de cerámica de Piñero en Alcoy

Nunca una venta de caracoles dio para tanto. Aquel puesto a pie de carretera inspiró a José Miguel Piñero para hacer unas esculturas de este molusco que no solo se convirtieron en icono de su ciudad, Alcoy, sino que le abrieron las puertas de los hermanos Adrià. A ellos les diseñó su primera vajilla experimental y, desde entonces, ha hecho realidad “las fantasías oníricas” de los chef más Soleados.

Taller de Piñero. Vajilla experimental (pulpo, pez limón y langosta)

Quique Dacosta es uno de los grandes chefs que trabaja con el ceramista. Foto: Alfredo Cáliz

Un lienzo nacido de la cabeza de Dabiz Muñoz, los cráteres de la luna o el vidrio vintage para viajar con los postres de Roca o una servilleta arrugada, transformada en plato para Adrià. Los diseños de Esther y Xavier, ‘Luesma&Vega’, son la cama-plato de las creaciones de los grandes cocineros.

Luesma&Vega Los cráteres de la luna en plato, una obsesión de Quique Dacosta.

Los cráteres de la luna en plato, una obsesión de Quique Dacosta. Foto: Alfredo Cáliz

11. Ana Roquero y sus vajillas sostenibles de ‘CooKplay’

Elevar a la categoría de arte elementos indispensables del día a día es lo que consigue Ana Roquero con las vajillas sostenibles que crea en ‘CooKplay’. Desde su estudio en Sondika (Vizcaya), esta diseñadora industrial ha conseguido hacerse un hueco en lo más alto del panorama gastronómico vistiendo las mesas de algunos de los mejores restaurantes del país. ‘Arzak’, ‘Etxanobe’ o ‘Martín Berasategui’ forman parte de la lista de clientes de una firma que, poco a poco, va conquistando también los hogares gracias a la venta online y la producción en serie.

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Ana Roquero tiene en Sondika su centro de operaciones. Foto: David Herranz

12. Las cerámicas de Ángela Palacios

El cariño y pasión por este arte que destilan cada una de las cerámicas de Ángela Palacios se aprecian al primer vistazo. Una devoción que ha acompañado siempre a esta ceramista y que le ha llevado a trabajar con maestros ilustres y a ser reconocida en certámenes internacionales, a pesar de ni siquiera haber entrado en los circuitos comercializadores.

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Los tonos de la arcilla, los engobe que prepara Angela son especiales. Foto: Sofía Moro

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