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Así que como es habitual proponemos un viaje por 20 canciones entre el pop y el rock con la literatura como base. Porque el Día del Libro bien lo vale.
El trío madrileño no solo compuso una de las canciones más icónicas de los años 80, sino que consiguió crear el prototipo de road-song a la española, lleno de paisajes y ambientes, y con los espíritus de Machado y Bécquer revoloteando entre cada estrofa. Que acabe de cumplir 30 años y que siga sonando tan fresca solo agranda su leyenda.
Si alguien podía cantar a una de las obras capitales de la literatura norteamericana, Las uvas de la ira, de John Steinbeck, encarnada por su protagonista Tom Joad, ese era Guthrie. Poeta y nómada habituado a poner letra a las venturas y desventuras de la clase más humilde y trabajadora, su voz es esencial para buena parte de los artistas que posteriormente dieron forma al folk, al rock o al pop.
Que Odessey and Oracle, publicado por la banda inglesa The Zombies en 1968, es una de las grandes del pop de los años 60, tiene pocas dudas. Pero es que, además, resulta sorprendente que una banda tan british captara a la perfección la esencia de un relato corto del norteamericano William Faulkner.
Cualquier amante de la ciencia ficción, y más allá, recordará por siempre el personaje de Spock en la serie Star Treck al que diera vida el gran Leonard Nimoy. Pero no tantos sabrán que Nimoy era un artista polifacético con tentáculos en la fotografía, escritura y hasta música. Así que toca disfrutar de su voz cantando las aventuras del tolkiano Bilbo Bolsón.
Ya el título lo deja claro: Cumbres Borrascosas. Así que Kate Bush, inspirada en la obra de Emily Brontë, compuso lo que sin duda fue su mayor clásico, canción incluida en su disco de debut de 1978, The Kick Inside, y que llegó al número uno siendo el mayor éxito comercial de su carrera.
Marvin, el particular y sarcástico robot que habita las páginas de Guía del autoestopista galáctico, de Douglas Adams, da nombre e inspira la canción que Thom Yorke incluyó en su ya clásico Ok Computer de su banda Radiohead, uno de los discos esenciales de la última década del siglo pasado.
Otro clásico de la literatura de ciencia ficción (aunque con un fondo mucho más allá de ella), Un mundo feliz, de Aldous Huxley, sirve como inspiración para uno de los cortes más representativos del debut de los neoyorquinos The Strokes, Is this it. Y el caso es que la canción resulta tan pegajosa como la droga que habita el universo de Huxley.
Vale que la carrera de La Unión terminó alejándose de lo que en un principio proponían, pero nadie podrá negar que esta canción basada en un cuento del francés Boris Vian fue uno de los mayores éxitos de la música española durante los años 80, canción emblemática que aún hoy mantiene una cierta esencia inquietante.
Otro disco monumental para una época, en este caso, Surrealistic Pillow, y los años 60 bañados en alcoholes psicodélicos, llega a esta lista. Y lo hace de la mano de los de San Francisco, Jefferson Airplane, y del País de las Maravillas que ideara Lewis Carroll, con una canción compuesta por Grace Slick poco antes de unirse a la banda.
El Gran Hermano y su sociedad distópica creados por George Orwell ha tenido muchas manifestaciones a través de músicos de rock y pop. Pero dando jerarquía a los galones, llega aquí este 1984 incluido en el Diamond Dogs del Duque Blanco, disco de 1974 en el que el espíritu de la obra de Orwell campaba a sus anchas.
Otra novela que ha tenido multitud de personalizaciones dentro del rock es El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde. El anhelo de la eterna juventud es muy goloso, pero nos quedamos con la visión de la banda inglesa after-punk Television Personalities, que en su debut ... And don’t the kids just love it no pudieron sustraerse al embrujo de Wilde.
Edgar Allan Poe también ha sido fuente donde saciar argumentos líricos dentro del mundo del rock. Y el rock español no iba a dejarlo escapar. Así, en el disco de 1987, La canción de Juan Perro, Radio Futura musicalizaban directamente un poema de Poe del mismo nombre, con adaptaciones de un Santiago Auserón que parecía encontrarse en su salsa.
Obviando la utilización racista que algunos pudieron hacer de la canción, lo cierto es que el primer single que grabaran Robert Smith y compañía, en 1979, está basado en uno de los pasajes claves de El Extranjero de Albert Camus. Curiosamente, no fue incluido en su disco de debut, Three Imaginary Boys.
Tras la desbandada de The Police, Sting debutaba en solitario en 1985 con The dream of the Blue Turtles, y en él se incluía esta canción a ritmo de jazz y con el bajista en el papel de crooner. Y este pasear de un ser sin sombra ni ruido en sus pisadas está basado en la Entrevista con el vampiro, de Anne Rice.
También los de Forest Hills tuvieron nexos con la literatura. En este caso, con el relato de Stephen King del mismo nombre, que fue llevado al cine en 1989 y en cuya banda sonora incluyeron la homónima canción. Que también aparecería en su disco de aquel año 89, Brian Drain. Por cierto, Stephen King siempre se ha declarado un rendido fan de los Ramones.
A pesar de pertenecer a las historias que conforman El libro de la selva, de Rudyard Kipling, la historia de la mangosta Riki Tikki Tavi también ha sido publicada como relato corto. Y cómo no, también ha sido cantada. En este caso, por un Donovan que en su disco Open Road, de 1970 la utilizaba como metáfora para dar leña a grandes instituciones tradicionales.
El disco del plátano, como se le conoce, siempre será una de las piedras rosetta de la música popular de los siglos XX y XXI. Y además parece que por él no pasara el tiempo, como no lo hace en esta historia de claro contenido sexual basada en una obra del mismo título de Leopold von Sacher-Masoch, de cuyo nombre deriva el término masoquismo. Queda claro, ¿no?
Honky Chateau, publicado en 1972, incluía una canción compuesta por Elton John y Bernie Taupin que fue uno de los grandes éxitos de la carrera de Sir Elton. Y está inspirada, como su nombre indica, en 'El hombre cohete', uno de los cuentos que componen El Hombre Ilustrado, de Ray Bradbury.
Jagger, Richards y compañía suelen estar en todas las salsas. Así que hagámosles hueco en esta también. Y hagámoslo con este clásico eterno que abría el Beggars Banquet de 1968, y que suele considerarse inspirada en El Maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov. Aunque el propio Jagger ha admitido compartir influencia también con algún poema de Charles Baudelaire.
20.- PorSuiGieco - El fantasma de Canterville
Y cerramos con una auténtica maravilla de las muchas que han salido de la mente del argentino Charly García. Con la musa puesta sobre Oscar Wilde, la banda formada por García, León Gieco, Nito Mestre, Raúl Porchetto y María Rosa Yorio incluía esta maravilla eterna en su único disco de 1976, y en algunos ejemplares aparecía como corte oculto, al ser perseguida por la censura.