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Más allá de sus habitantes fenicios y romanos, la Alpujarra debe su nombre, gastronomía, arquitectura e ingeniería agrícola a los árabes. Federico García Lorca la llamaba “el país de ninguna parte”, pero lo que no puede negársele a esta tierra entre Sierra Nevada, las sierras de Lújar y de Gádor y el Mediterráneo es que tiene su propio sabor, el de la Pipirrana, plato típico andaluz a medio camino entre el gazpacho y la ensalada.
Los Tablones es nuestro punto de partida. En este pequeño pueblo vemos su iglesia de San Marcos, con un interesante y bello artesonado mudéjar. Nuestra siguiente escala es Órgiva, la considerada capital de la comarca de la Alpujarra. El aroma a azahar de naranjos y limoneros impregna esta localidad. Fue aquí donde los Reyes Católicos dejaron que se refugiara Boabdil, último emir de Granada, tras la toma de la ciudad. Visitamos el Castillejo, ruinas de un fortín almorávide (siglos XI-XII); la casa-palacio de los condes de Sástago, con un torreón árabe (siglos XVI-XVII); la ermita de San Esteban y la iglesia de Nuestra Señora de la Expectación.
Nuestro siguiente destino es Lanjarón. Descubrimos aquí su balneario, el más frecuentado de Andalucía, aunque el pueblo cuenta con otros alicientes, como los diversos ejemplos de arquitectura tradicional alpujarreña que ofrecen sus calles, sus bonitos jardines, la iglesia mudéjar de la Encarnación, construida sobre una antigua mezquita, y las ruinas de su castillo medieval almorávide.
Continuamos hacia el interior, a más de mil metros de altitud, en el lado suroccidental de Sierra Nevada, descubrimos Cáñar, que destaca por sus viviendas encajadas en las formas del terreno. En esta localidad observamos espectaculares vistas y nos sorprende por sus monumentos naturales, como el paraje de Puente Palo, hermoso pinar donde nace el río Chico, o la cueva de Sortes. Cerca encontramos la fuente de Poyo Dios, donde García Lorca se inspiró para el romance de La casada infiel.
Carataunas es el municipio más pequeño de la comarca, aunque también uno de apacibles, no en vano su nombre en árabe significa lugar tranquilo
Seguimos hacia Carataunas, el municipio más pequeño de la comarca, aunque también uno de los más bellos y apacibles, no en vano su nombre en árabe significa lugar tranquilo. Su iglesia de Nuestra Señora de la Paz, del siglo XVI, conserva valiosas imágenes, como la Inmaculada Concepción, atribuida a la escuela de Alonso Cano.
Llegamos ahora a Pampaneira, que junto a Bubión y Capileira, se extiende por el barranco de Poqueira y recibe la denominación de Conjunto Histórico-Artístico. En Pampaneira observamos sus casas blancas de tejados planos y chimenea de sombrerillo y sus típicos portales, los tinaos propios de la arquitectura de La Alpujarra.
Bubión está orientada al Mediterráneo por lo que podemos disfrutar de sus temperaturas suaves. Junto a la iglesia mudéjar de Nuestra Señora del Rosario (siglo XVI), encontramos los restos de un antiguo torreón nazarí. Podemos acercarnos también a ver su Museo Etnográfico (Casa Alpujarreña), antes de emprender camino hacia nuestra última parada. En Capileira, a los pies del pico Veleta, disfrutamos de sus estupendas vistas desde sus miradores en la Junta de los Ríos, el Tajo del Diablo o el Perchel. Su iglesia de Santa Cruz, además, conserva retablos y un interesante artesonado mudéjar.
Para empezar, se pela el pepino y se parte por la mitad, quitando las semillas. Se pica la pulpa en dados pequeños y se reserva. Se hace una incisión en forma de cruz en el tomate y se escalda. Luego lo pelamos, quitamos las semillas, lo cortamos en pequeños dados y reservamos aparte. Se pela y se pica en trozos pequeños la cebolla. Se lavan los pimientos, se quitan también las semillas y el rabo y se pican en dados. En un cuenco se pone aceite de oliva, vinagre, sal y pimienta. Se mezcla todo bien. Vertimos el aliño sobre las hortalizas y se guarda en la nevera al menos una hora. Se sirve bien fresca.
La Pipirrana es un plato ligero, de bajo contenido calórico, ya que el principal componente de las verduras es el agua. Contiene fibra, vitaminas y minerales, entre los que destaca el potasio. En relación a las vitaminas es resaltable su contenido en vitamina C, que, en su mayoría, se conservará hasta su consumo, ya que es una receta que se toma cruda. Es un plato rico en antioxidantes, no sólo la ya mencionada vitamina C, también licopeno (procedente del tomate), quercitina (de la cebolla) y alfa-carotenos, beta-carotenos y criptoxantina. Gracias a su composición exclusivamente vegetal está libre de colesterol.
La localidad de Pampaneira también es reconocida por su rica y única artesanía: cerámica, jarapas (tejidos de algodón de alegres colores), forja, tallado de madera y cuero son algunos de los productos manufacturados que ofrecen los artesanos del lugar. Además, son ricas las aguas minero-medicinales de sus fuentes.
Si visitamos la zona no podemos dejar de asomarnos al barranco de Poqueira y contemplar el conjunto que forman los pueblos de Pampaneira, Bubión y Capileira. Pampaneira sorprende por su arquitectura, de casas blancas con tejados planos, chimenea de sombrerillo y pequeños portales llamados tinaos.
El 15 de agosto, el pueblo de Los Tablones rinde homenaje a esta refrescante ensalada con su tradicional Fiesta de la Pipirrana, popular en toda Andalucía. A la degustación del plato y de otras especialidades, como los huevos fritos con ajos, se suman bailes, concursos y exposiciones.
Tradición y modernidad, encuentran una perfecta armonía en el Hotel Nuevo Palas (avda. de la Alpujarra, 24; Lanjarón; 958 770 086). Enclavado en el Parque Natural de Sierra Nevada, a las puertas de la Alpujarra, tenemos el Hotel Balneario de Lanjarón (avda. de Madrid, 2; Lanjarón; 958 770 137). Sus aguas minero-medicinales le han valido gran renombre.
/01.Los33.jpg "Vinilos, brasas y un bikini con club de fans")
/_00.Monforte.jpg "El Escorial gallego, historia ferroviaria y vinos de la Ribeira Sacra")
