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Once cuevas en España que no puedes perderte

Las cuevas más espectaculares para visitar en España

Actualizado: 09/02/2016

Muchos de nosotros nos hemos preguntado alguna vez cómo es la tierra por dentro. Pues bien, tenemos oportunidad de conocerlo gracias a las cuevas en España más turísticas y que nos abren las puertas a un mundo totalmente desconocido. En su interior nos esperan tesoros naturales inimaginables, como extrañas formas geológicas, ríos y lagos subterráneos, pinturas rupestres o grutas fluorescentes. Este es un viaje diferente por las mejores cuevas de España, en el que lo importante es saber mirar con ojos nuevos una realidad sorprendente.
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Cuevas del Drach, Porto Cristo (Mallorca)

Las Cuevas del Drach son las más famosas de Mallorca y posiblemente de todas las cuevas de España. Se han convertido en un reclamo que convoca cada año a miles de visitantes atraídos por la fama de sus estructuras. En su interior podemos ver el lago subterráneo más grande de Europa, el Lago Martel, un espectáculo por sí mismo. En el exterior, se encuentra Porto Cristo; uno de los puertos con mayor oferta de ocio del litoral mallorquín.

Jameos del Agua (Lanzarote)

Nadie se queda indiferente ante la belleza de esta cueva. Se trata de lugar especial porque se ha convertido en una obra de arte natural y también artística. Se trata de la primera intervención del reconocido artista canario César Manrique en Lanzarote. Forman parte de un gigantesco tubo volcánico que se adentra en el Atlántico y, además, son el mejor punto de partida para conocer la costa norte de la isla.

Grutas de San José, Vall d’Uixó (Castelló)

Estas cuevas guardan en su interior el río subterráneo navegable más largo de Europa. Durante su visita, que se realiza en barca, la principal preocupación es la de no zozobrar, ¡y no darse en la cabeza con algún saliente! Es muy divertido y una forma distinta de visitar una cueva. Existe, además, una galería seca que podemos visitar caminando para observar de cerca las estalactitas y estalagmitas.

Cuevas de Altamira, Santillana del Mar (Cantabria)

Una cueva única, donde lo importante no es su riqueza natural sino artística. Aunque no se puede acceder a la original, en su museo podemos ver una réplica exacta, la Neocueva, que nos traslada millones de años en el tiempo hasta el Paleolítico. La calidad de las pinturas rupestres de la Sala de los Polícromos, consideradas una de las más importantes del mundo, siguen asombrado a todo el que la contempla.

Cuevas de Sorbas (Almería)

Sorbas tiene uno de los paisajes kársticos (de yeso) más importantes de Europa. El efecto de la erosión provocada por el agua durante millones de años ha originado un laberinto de cuevas que hoy se puede visitar sin peligro. A pesar de ser plenamente visitable, se ha respetado hasta tal punto su equilibrio medioambiental que no hay luz artificial ni elementos de soporte artificiales. Se visita con guías, con un casco con linterna y un mono, y es todo un espectáculo en medio de un entorno natural semidesértico.

La Jayona, Fuente del Arco (Extremadura)

Hay pocos lugares más misteriosos que una mina abandonada. Normalmente, se tienen pocas oportunidades de visitar una, pero en La Jayona, en la sierra que separa Extremadura de Andalucía, tenemos una ocasión única para hacerlo. Recorriendo los pasadizos de esta excavación minera podemos ver cómo la mano del hombre y la acción de la naturaleza se aúnan creando un paraje sin igual, cargado de historia y misterio.

Cueva del Castillo, Puente Viesgo (Cantabria)

Visitar la Cueva del Castillo supone entrar en un túnel del tiempo que nos transporta a las primeras manifestaciones de la inteligencia humana. Más de 275 figuras rupestres decoran sus impresionantes salas. Debido a esta riqueza arqueológica, la cueva forma parte del legado paleolítico cántabro que ha sido reconocido Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Cuevas de Benifallet (Tarragona)

Benifallet es un pueblo ribereño marcado por su relación de siglos con el poderoso río Ebro. Desde hace unos años, también es conocido por el descubrimiento de una serie de cavidades, entre las que destaca la Cueva Maravillas, en cuyo interior se encuentran algunas de las mejores formaciones geológicas subterráneas de España.

Cuevas Campanet (Mallorca)

Hace ya más de 70 años que los vecinos de Campanet sentían curiosidad por un agujero del suelo (de no más de 15 centímetros de diámetro) por el que salía una corriente de aire. Pensando que tras él debía haber agua, iniciaron la excavación que permitió descubrir estas cuevas de 400 metros de longitud y una profundidad de hasta 50 metros. Sus formaciones calcáreas nos dejarán boquiabiertos.

Cuevas del Salnitre, Collbató (Barcelona)

Montserrat, la montaña sagrada de Cataluña, está agujereada por decenas de cuevas. Entre estas destacan la del Salnitre, marcadas por su historia. Fueron refugio para el hombre del Neolítico y para los guerrilleros del siglo XIX. También fueron fuente de inspiración para Antoni Gaudí, otro de los enamorados de la belleza de sus formaciones geológicas.

Cuevas de Pozalagua, Carranza (Bizkaia)

La belleza de estas cuevas es tan espectacular que en el año 2013 se convirtieron en ganadoras del concurso El Mejor Rincón, de Guía Repsol. Una de sus particularidades es que las estalactitas aquí crecen caprichosamente en cualquier dirección, a diferencia de las convencionales, que se forman de arriba abajo obedeciendo la ley de la gravedad. Fuera de la cueva, la antigua cantera de dolomía se ha recuperado como anfiteatro para celebrar conciertos.