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Pese a ser un mercadillo alternativo, se ha convertido en un clásico para los amantes del vintage en Madrid. Su ubicación, en el museo del Ferrocarril, ya nos garantiza una experiencia diferente… ¡no siempre se puede comprar rodeados de antiguos vagones de tren y locomotoras! Desde bolsos hechos con fieltro hasta muebles de “madera justa” (para los que no se tala ningún árbol) o cuberterías retro, aquí hay de todo (o casi). Un consejo: merece la pena aprovechar para comer aquí, la oferta de food trucks es de lo mejor. Se celebra el segundo fin de semana de cada mes así que si quieres visitarlo para tus compras navideñas tendrás que pasarte los próximos 12 y 13 de diciembre.
Su propio nombre lo dice: handmade, hecho a mano. Aquí las cosas están hechas con mucho mimo y difícilmente encontraremos dos objetos iguales, lo que nos garantiza no solo diseño sino también exclusividad en nuestros regalos… algo difícil de conseguir en unos grandes almacenes. La propuesta está organizada por los artistas y artesanos de Etsy, la web internacional dedicada a productos hechos a mano. Ropa, joyas, juguetes, complementos y hasta sesiones de fotografía con un toque diferente nos esperan en la Universitat de Barcelona, donde también habrá talleres infantiles y propuestas gastronómicas.
Una casa, tres plantas y medio centenar de expositores y marcas. The Hovse es una de las propuestas más rompedoras de la capital, una especie de showroom a lo bestia. El producto hecho a mano es protagonista en este particular edificio donde todo parece salido de una foto de Instagram, con sus filtros y todo. La oferta es de lo más variada: artesanía de cuero, ropa, complementos, mobiliario y hasta papel de regalo con diseño propio para que le des un toque ideal a tus compras tradicionales. Lo mejor de esta propuesta es que hasta aquí no solo llegan creadores sino también tiendas alternativas que muestran parte de su producto, por lo que de alguna forma concentra en un mismo espacio propuestas que de otra forma solo encontraríamos recorriendo varias calles de la ciudad.
Cada mes de diciembre llega fiel a la cita navideña de Barcelona esta feria de productos hechos a mano. Aquí no hay intermediarios, nos atiende directamente el artista, quien nos cuenta cómo dónde y de qué forma se ha elaborado ese objeto tan especial que te llevas para regalo y que no es posible encontrar en el circuito comercial habitual. Como ocurre en la mayoría de los mercadillos alternativos, aquí también la gastronomía se ha hecho un hueco, con productos de proximidad y muchos de ellos incluso ecológicos. Esta propuesta, además, cuenta con un valor añadido: su ubicación, en el Musu Marítim de Barcelona, con salas abovedadas y paredes de piedra que ponen un marco incomparable a las compras.
No es un mercadillo sino un mercado pero, ¿por qué no regalar gastronomía estas navidades? Puedes apostar por el típico cheque “Vale por una comida para dos en La Merced”, llevar a tu pareja o familiar a comer aquí como sorpresa o, simplemente, hacerte con algo original que se pueda envolver para regalo. Es el caso de todo lo que venden en Dame la lata, con productos de primera envasados y listos para poner debajo del árbol, desde anchoas del Cantábrico hasta berberechos gallegos. También podemos pasar por el puesto de jamones de Guijuelo (si el presupuesto no nos da para la paletilla entera, podemos probar con un sobrecito envasado al vacío).
Cada segundo domingo del mes (con doblete en diciembre) llega una de las citas con más estilo de Santander: Escenario Market. Buenos diseños, trabajo hecho a mano y toneladas de originalidad, es lo que encontramos recorriendo los puestecitos de este mercadillo. Camisetas con estampados únicos, lámparas de formas imposibles, material para los mejores scrapbook… será difícil no encontrar el regalo perfecto. Y si las compras nos despiertan el apetito, tenemos también disponible varias propuestas gastronómicas (la repostería es especialmente recomendable).
No solo en Madrid y Barcelona saben de marcadillos “hipster”. Este fin de semana en Gijón se celebra una nueva edición de LABshop, uno de esos lugares donde todo está cuidado al detalle, donde podemos ver el cariño que se ha puesto no solo a los productos sino también a la puesta en escena. La propuesta es un escaparate inmejorable para comprobar el buen trabajo que se está haciendo en materia de diseño por el norte de España. Ropa, abalorios, objetos de decoración, cuadros… la propuesta es tan grande y de tanta calidad que en las últimas ediciones (se celebran tres al año) se han llegado a reunir más de 8.000 personas.