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Miles de fans en todo el mundo cuentan las horas para que llegue el día del estreno en Netflix de A través del mar, la segunda parte de A través de mi ventana, adaptación del best seller de Ariana Godoy. Después de que la película original se convirtiese en uno de los mayores éxitos de habla no inglesa de la historia de la plataforma, el gigante del streaming continúa su apuesta por el drama romántico por y para jóvenes.
En A través del mar seguimos centrados en la historia de amor entre Raquel (Clara Galle) y Ares (Julio Peña), separados ahora por los miles de kilómetros que hay entre Estocolmo y Barcelona. Será con la llegada del verano cuando Ares volverá a España para, junto al resto de protagonistas de la primera parte, pasar unos días en su casa familiar de la Costa Brava.
“A través de mi ventana pasaba en Barcelona. Es habitual que muchas familias catalanas vayan a pasar el Día de San Juan a la playa y lo que tenemos cerca es la Costa Brava. Nos parecía orgánico que la familia Hidalgo, referencia del universo, tuviera una casa allí y la historia se prestaba mucho a disfrutar de estos lugares idóneos”, nos comenta sobre las localizaciones Núria Valls, productora de A través del mar con Nostromo Pictures.
Para conseguir sus escenarios en pantalla, el equipo de producción y localizaciones de la película dirigida por Marçal Forés se desplazó a la famosa zona costera de Girona y así seleccionar algunas de las joyas que regala esta tierra que da al Mediterráneo. “Localizando, encontramos una casa espectacular, una de las más bonitas de toda la Costa Brava”, asegura Valls.
La exclusiva y paradisíaca casa de los Hidalgo en la serie se encuentra en uno de los pueblos más conocidos del Bajo Ampurdán: Begur. Una pequeña localidad de poco más de 4.000 habitantes que en verano se convierte en centro de operaciones para muchos veraneantes. Lo fue también para el equipo de la película, que aprovechó el municipio y sus alrededores como sets de un rodaje paradisíaco.
Tras admirar las vistas a la naturaleza desde la finca con piscina, podemos verlas también en unos maravillosos planos aéreos desde la carretera: Ares y Raquel van en moto hasta llegar a Cala Sa Tuna, un pequeño asentamiento a cinco kilómetros de Begur que con sus blancos, sus antiguas casas de pescadores y su playa resulta uno de los escenarios más encantadores de la película. Allí se celebra la gran fiesta de San Juan que vemos en A través del mar. “En Sa Tuna nos pudimos permitir idealizar un poco nuestra propia fiesta de San Juan: con hogueras, todos vestidos de blanco… Hacer algo que fuera mucho más icónico y reconocible”, dice Núria Valls sobre esa importantísima noche en el filme.
Pero no hay San Juan sin un poco de playa. “La suerte de tener al equipo en la zona de Begur y Sa Tuna es que tiene algunas de las playas más impresionantes de la Costa Brava”, reconoce Adrián Guerra, también productor de Nostromo Pictures, que asegura que, en realidad, “el problema era elegir con cuál nos quedábamos, porque todo era impresionante y teníamos mucha variedad de paisajes”.
Una de las playas elegidas para estar entre las localizaciones fue la vecina Cala s’Eixugador. Un pequeño rincón protegido por rocas que, además, tiene en su camino de descenso y acceso un mirador para ver mejor todo el paisaje privilegiado que la rodea. Por otro lado, en uno de los planos a los escenarios de la zona en la que se desarrolla la película, también podemos echar un ojo al agua cristalina de la cercana Platja d’Aiguablava, que se encuentra al otro lado de Begur, cerca de la pequeña localidad de Fornells.
Una de las particularidades de las localizaciones de A través del mar es que hace honor a su título y nos mete de lleno en el Mediterráneo con varias secuencias desde el agua, ya sea en barco o en lancha. Estas secuencias se rodaron entre los puertos de Palamós y L’ Estartit. “Era un gran dispositivo el de esas escenas”, recuerda Valls. “Sí, teníamos cuatro barcos todo el rato con nosotros en el rodaje. Como estábamos en mayo, igual amanecía con nubes, luego de repente aparecía el sol, otras veces chispeaba… Fue bastante entretenido de rodar”, detalla Adrián Guerra sobre este rodaje marítimo.
Ya en tierra firme, de Palamós podemos ver otra pequeña zona de playa llamada Cala del Canyers, mientras que de los alrededores de L’Estartit se rodó en localizaciones como Roca Foradada -la secuencia en la lancha-, en el Parque Natural del Montgrí, o en Punta de Milá.
El rodaje se completó en Estocolmo, que fue la única localización internacional, y, sobre todo, en Barcelona. La Ciudad Condal fue el principal escenario de A través de mi ventana y ahora repite en esta continuación, aunque con algo menos presencia que en la original. De la capital catalana reconocemos el Edifici Històric de la Universidad de Barcelona. Aquí es donde vemos ir a clase al personaje interpretado por Clara Galle. Este lugar emblemático se ve en la película tanto por dentro como por fuera: aparecen su bonito patio, su fachada o sus suntuosas escaleras interiores.
Otro lugar que muchos barceloneses y visitantes reconocerán en la película es la Plaza de los Ángeles, frente al MACBA. Un lugar de encuentro urbano imprescindible para patinadores y skaters que también se puede ver en los primeros compases del filme dirigido por Marçal Forés. Con todos estos ingredientes y escenarios de ensueño, Netflix espera que A través del mar se convierta en su gran éxito del verano. La historia de los Hidalgo que un día imaginó Ariana Godoy en sus libros vuelve a las pantallas dispuesta a convertirse en un nuevo fenómeno global.