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Playa fluvial Las Moreras

Crucero ‘La leyenda del Pisuerga’ y chiringuito ‘Pera Limonera’ (Valladolid)

Plan veraniego en el Pisuerga

Actualizado: 07/06/2022

Fotografía: Iván Tomé

Que el Pisuerga pasa por Valladolid ya lo dice el refrán, lo que no concreta es que este río brinda una forma única de descubrir la ciudad gracias al crucero La leyenda del Pisuerga, el barco que navega bajo sus puentes más emblemáticos y desde donde se reconocen todos los secretos de la ribera. Además, a solo un paso se encuentra el chiringuito 'Pera Limonera' (Solete Guía Repsol), donde recuperar fuerzas tras un día de playa con un brunch o disfrutar de un cóctel bajo la luz de la luna.
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Aquí sí hay playa. Aprieta el calor, los vallisoletanos buscan un lugar donde sobrellevar la canícula y encuentran en la playa fluvial de Las Moreras y el recorrido junto al río Pisuerga un lugar donde refugiarse bajo los árboles o, puestos a tostarse, lucir palmito sobre la toalla y que las vacaciones junto al mar les pille con cierto bronceado mesetario.

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Los más mayores se sientan en los bancos o pasean a la sombra de los árboles; los chavales camelan en grupitos con altavoces o chapotean en el agua, habilitadas para el disfrute de los más valientes y con un bañista de postín: un barco de 25 metros de eslora. El buque se llama La leyenda del Pisuerga y surca el cauce los fines de semana mientras relata la historia del río y de la ciudad. El navío brinda a propios y extraños un plan de ocio alternativo que hasta los más pucelanos disfrutan con sorpresa, porque solo unos pocos conocen la urbe desde esta perspectiva.

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La bocina que hace resonar el capitán recibe la ovación de quienes observan desde fuera cómo la embarcación surca el río hacia el sur, sometida a los caprichos de ese río que llega a un máximo de 16 metros de profundidad. Por delante espera una ruta de aproximadamente una hora de duración a seis nudos por hora -10 kilómetros por hora al cambio-, mientras la megafonía combina música de todo tipo con unas explicaciones de la historia de Valladolid y su relación indisociable con el Pisuerga.

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El Misisipi castellano

Es así como, entre el centenario puente Mayor y el más moderno puente de la Hispanidad, los viajeros descubren el desarrollo de la urbe que los acoge, aunque algunos de ellos están más pendientes de disfrutar del paisaje, de alabar el ritmo de las canoas que bogan y bogan al lado del casco y de retratar a los patos que miran sin miedo al gigantesco visitante.

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Entre la vegetación asoman pequeños embarcaderos donde grupos de muchachos aprovechan para refrescarse y echar la tarde lejos del asfalto, siempre saludando a viajeros como Jessica Ruiz y Dani Feliz, que con su camisa estampada y su pelo salvaje hace honor a su apellido. Esta pareja viene desde Burgos gracias a la idea de ella, que pensó en conocer la comunidad desde otra perspectiva. “Es como los barcos del Misisipi”, se admira él, que coincide en que cuando uno piensa en Castilla y León “no se ocurre que haya barcos por sus ríos”.

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También hacen fotos por doquier Lydia de la Fuente y su primo Adrián de la Fuente, que ha recibido este acuático regalo de cumpleaños. Ella vive cerca del Pisuerga y muchas veces ha escuchado el característico claxon, que la animó a llevar a Adrián a conocer esta experiencia y observar las particularidades de cada puente: “Es muy recomendable”.

Celebraciones en cubierta

El responsable de que los chalecos salvavidas sigan sin uso se llama Alexander Pérez, que maneja el timón con destreza y atiende con simpatía a quien osa entrar en su cabina. Este cubano lleva cuatro años al frente de La leyenda, donde hace las delicias de los niños que se quedan boquiabiertos al adentrarse en los dominios del capitán. “Estudié en la Academia naval cubana y homologué los títulos en la Marina Mercante española”, explica el sonriente caribeño, feliz con este trabajo y orgulloso de que “te mareas menos que en un coche, a la gente le encanta”, aunque admite que algún tripulante a veces gruñe: “Ya tú sabes que siempre hay algún protestón”.

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Uno de los momentos más esperados del año para este navío depende de los éxitos del Real Valladolid, un equipo histórico que zarpa con los ascensos a Primera división, como esta misma temporada recién concluida, o las permanencias cuando aguanta un año más en la élite. Es entonces cuando el equipo se sube a estas tablas y recorre, jaleado por miles de espectadores blanquivioletas por todo el cauce, la ruta que en momentos normales suelen elegir tanto turistas como pucelanos con ganas de ver algo distinto, o los organizadores de celebraciones y reuniones de todo tipo.

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Todos tienen un denominador común: el bar. Paula Salamanca, que atiende un coqueto espacio con sillones y una barra, afirma que los momentos de más afluencia se producen con reuniones de empresa, bodas, despedidas de soltero o cumpleaños que, a veces, reconoce entre risas, se desmadran un poco: “Hemos visto de todo”. También triunfan los paseos nocturnos, cuando las luces del barco y la iluminación de la luna se entremezclan para dar otra perspectiva del Pisuerga y la ribera.

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La ‘Pera’ espera

La playa fluvial, se disfrute del barco por la mañana o por la noche, ofrece un complemento ideal tras el crucero sobre el Pisuerga: un chiringuito. La ‘Pera Limonera’ (Solete Guía Repsol) se ha convertido en una referencia para el ocio pucelano en esta zona menos calurosa de la ciudad y cuenta con opciones gastronómicas y de diversión a cualquier hora.

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Por las mañanas sirve a los más modernos un completo brunch que triunfa entre los comensales y en Instagram, tanto por las vistas como por la cuidada localización exterior, además de por incluir un poco de todo: jamón ibérico, huevo benedict, dulces, queso o una gran variedad de mermeladas. Según pasen las horas y el hambre arrecie, tienen disponibles un amplio abanico de arroces o un menú para disfrutar en uno de esos iglús, espacios preparados para grupos, donde reinan la tranquilidad y el gusto al paladar.

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Una vez terminada la comida se abre otra alternativa para echar la tarde junto a la arena, ya sea en sandalias, en verano, o en zapatillas en invierno. Los cócteles o zumos se entremezclan con cualquier combinado o el siempre socorrido gin-tonic, que sienta de maravilla después de una buena cita en la ‘Pera’. Sea cual sea el refrigerio elegido, sea cual sea la compañía y sea cual sea el horario elegido para alistarse a La leyenda del Pisuerga, cuando pasan las horas el ambiente se anima y empieza a rejuvenecerse el público del chiringuito: llega el momento del perazo.

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Los conciertos de artistas flamencos o sesiones de dj con todo tipo de músicas llenan el local y sus aledaños cuando la noche ya ha caído. Entonces el Pisuerga ejerce de testigo en una nueva fase del ocio que aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para brindar a la ciudad otra vida más allá de la céntrica.

'PERA LIMONERA' - Paseo Marcelino Martín (El Catarro). Valladolid. Tel. 983 48 40 65.

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