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Una de las series españolas más esperadas del año ya está aquí. Reina Roja aterriza en Prime Video bajo la atenta mirada de la legión de fans que ha ido acumulando la novela homónima (y posterior trilogía) del escritor y presentador Juan Gómez-Jurado, un thriller de intriga que se ha adaptado en esta gran producción que ahora llega al streaming.
La historia de Reina Roja está protagonizada por un peculiar equipo formado por una mujer superdotada (Vicky Luengo) y un policía en crisis (Hovik Keuchkerian) que se ven obligados a trabajar juntos para intentar atrapar al inquietante responsable de una serie de crímenes. Una difícil misión que pondrá a prueba a ambos a medida que se desvela una oscura trama.
El gran escenario de la serie no es otro que Madrid, una ciudad más que reconocible a lo largo y ancho de la trepidante historia de Antonia Scott (Luengo) y Jon Gutiérrez (Keuchkerian). En un gran esfuerzo de producción con más de 6 meses de rodaje, la serie está llena de localizaciones naturales y exteriores de la capital que nos trasladan de la página a la pantalla.
"Teníamos muy claro que buscábamos convertir a Madrid en un espacio icónico, siguiendo la estela que creó sistemáticamente Juan Gómez-Jurado en su novela", comenta Amaya Muruzubal, showrunner de la serie, "como cuando vemos el Nueva York de la películas, que decimos que conocemos la ciudad por haberla visto en el cine. Queríamos hacer lo mismo con Madrid".
El paseo para conocer los lugares donde se rodó Reina Roja empieza, como en la serie, en el piso de Antonia Scott. El exterior de la ventana y el espacio abierto que podemos apreciar en este arranque no es otro que el de la emblemática plaza de la Paja, vista en todo su esplendor en este arranque de la serie.
Pero, si nos fijamos bien, realmente el personaje de Antonia vive en el reconocible barrio de Lavapiés: el apartamento y salón interior están en el nº 47 de la calle del Olivar (las del interior del portal, sin embargo, corresponden al nº27 de la calle del Barco) y las secuencias en la calle que vemos en el episodio 1 son de la cercana calle de Buenavista. Ambas están pegadas a la plaza de Lavapiés.
Cerca de ahí podemos pasar por otras dos plazas que aparecen en la serie: la plaza de Puerta Cerrada (capítulo 7), donde vemos a Vicky Luengo y una alcantarilla, y luego podemos subir a la más que céntrica plaza de Isabel II (capítulo 2) en el que se produce un encuentro entre Scott, Gutiérrez y Mentor (Álex Brendemühl).
La serie también rodó en el barrio de Lavapiés. Foto: Alfredo Cáliz
Pero si hablamos de plazas en Reina Roja no hay otra que tenga más presencia que la plaza de España, que se puede ver desde diferentes ángulos en el capítulo 3. Para empezar, desde las alturas de la espectacular terraza del Hotel RIU Plaza de España (una secuencia con Emma Suárez), pero también vemos distintos detalles de las bocas de metro o la Gran Vía, tenemos una escena con Antonia y Jon sentados en el Monumento a Don Quijote de La Mancha dentro de la propia plaza e incluso vemos una persecución que pasa por la plaza de Santo Domingo.
Otro espacio emblemático del centro que se puede apreciar en Reina Roja es el parque del Retiro. En el capítulo 2, en un encuentro entre Jon y Mentor, podemos ver distintos detalles del corazón verde de la ciudad, donde destacan de fondo el clásico Palacio de Cristal y el monumento a Jacinto Benavente.
El Palacio de Cristal, también protagonista en varias escenas. Foto: Alfredo Cáliz
¿Y cómo fue rodar en espacios por los que pasan millones de personas todos los días? Muruzabal cuenta que todo el rodaje de la serie empezó precisamente en Gran Vía: “Arrancamos con un miura”, bromea la guionista y productora, que cuenta que hay que elegir bien las fechas y “aprovechar mucho los tiempos en los que la ciudad está un poco menos congestionada”.
La ruta madrileña de localizaciones de Reina Roja puede seguir también rumbo al norte. Si decidimos coger la Castellana, podríamos detenernos en los alrededores de Nuevos Ministerios y la comercial calle Orense, que se ve en huida en el capítulo 6. En este episodio vemos a Vicky Luengo pasando por los conocidos como bajos de AZCA.
Azca, el complejo financiero por excelencia en Madrid. Foto: Hugo Palotto
Desde Orense nos podemos dirigir fácilmente al corazón del barrio de Chamberí, donde encontramos una llamativa parte de los escenarios de la serie: los subterráneos. En el capítulo 7 nos podemos adentrar en la estación Museo Chamberí como Jon Gutiérrez para vivir la tensión y pesadilla de lo que ocurre en el subsuelo, largas secuencias que llevaron al equipo de la serie a rodar por el interior de los túneles de la estación de Noviciado, Goya o Chamartín.
Amaya Muruzabal cuenta que tuvieron que rodar cuando cerraba el metro por la noche hasta que lo reabrían de madrugada: “Éramos como soldados, callados, yendo muy deprisa porque no teníamos mucho tiempo”. Al mismo tiempo, describe la experiencia de rodar ahí como “muy emocionante” porque fue la última parte de todo el rodaje. “Queríamos respetar el final del proceso de los actores”, asegura, “y fue un acierto en términos dramáticos”.
No muy lejos de Chamberí, en el barrio de Moncloa-Aravaca, encontramos el piso del otro protagonista de la serie, Jon Gutiérrez (Keuchkerian). Él vive junto a su amatxu (Karmele Larrinaga) en la muy oportuna calle de los Vascos, en el nº28 -ambos, además, protagonizan una divertida secuencia exterior en el puente de la Reina Victoria-.
Más paradas imperdibles en la ruta de escenarios de Reina Roja: sus cafeterías, restaurantes y bares, en los que sus personajes se reúnen y hablan. Una decisión nada casual: “Los madrileños y los madrileños adoptivos abrazamos mucho la ciudad, y una de las razones es por la hostelería, por cómo te comportas en el bar en Madrid que es algo muy especial”, dice Muruzabal.
Quién no reconocerá, sea o no sea de Madrid, la histórica Chocolatería San Ginés (capítulo 3), sitio de cabecera también para Jon Gutiérrez, que tiene costumbre de comer churros cuando está deprimido. Y qué mejor sitio para hacerlo que en San Ginés, que es, como apunta Muruzubal, “la representación de la cultura del churro y el chocolate madrileño”.
Otro restaurante con mucha solera que tiene protagonismo en la serie es el 'Corral de la Morería' (3 Soles Guía Repsol). Considerado uno de los tablaos flamencos más antiguos de España, con más de 60 años de historia, este lugar tan especial aparece en los capítulos 4 y 6 de Reina Roja. La showrunner confiesa que fue un empeño personal que estuviera: “Amo 'El Corral de la Morería' y lo que representa”.
'Corral de la Morería', uno de los tablaos flamencos más antiguos de España. Foto: Sofía Moro
En el capítulo 2 de la producción de Dopamine para Prime Video podemos ubicar otro sitio para comer: el 'Omeraki', conocido por ser el nuevo restaurante del televisivo cocinero Alberto Chicote. No es casualidad que aparezca en Reina Roja: “Juan Gómez Jurado es muy amigo de Chicote, y nosotros hemos trabajado mucho la relación libro-autor que existe aquí y queríamos seguir haciéndolo”, desvela Amaya Muruzubal, que asegura que el presentador de Pesadilla en la cocina les ha ayudado “un montón” para poder grabar ahí, un sitio que tiene una decoración que funciona como la cabeza de Antonia Scott.
'La Cafetería Los Arcos' (C/de Miguel Arredondo, 8; capítulo 1), el 'A Barra' (C/del Pinar, 15; capítulo 3), o la cafetería 'Ortega' (Av. de San Diego, 126; capítulo 5), en Vallecas, también forman parte de los bares y restaurantes de Reina Roja, que representan esos locales más clásicos y tradicionales. “Es muy bonito ver a todos los modernos en cafeterías así un poco más viejas”, comenta Muruzabal.
Todas estas fantásticas localizaciones son solo parte de todo lo que le espera al espectador que se vaya a sumergir en el universo de Reina Roja a partir del 29 de febrero en Prime Video. Promete ser una de las series de la temporada con su combinación de humor, thriller e investigación de novela negra.
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