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Del románico increíble del valle de Boí viven los 16 pueblecitos, pero también de la nieve que cubre las pistas cercanas. Desde Barruera, cabeza del valle y centro de compras, a Taüll, las calles, iglesias o montañas de estas villas te transportan a los lugares hechizados de los cuentos centroeuropeos.
Si construir un muñeco de nieve compite en ganas y diversión con los castillos de arena, construir un iglú es la fantasía más increíble para los chavales. La nieve con niños es una pasada única y en España hay ya experiencias increíbles, como esta del Valle del Tena. Levanta el iglú con tus hijos, come y duerme dentro. ¿Quién da más para planes de nieve con niños? Pues sí, hay más ¡un paseo en trineo con perros! Y sin salir de España a ningún Ártico.
Ya os lo decíamos. La España para pisar nieve se extiende más allá de los Pirineos. Por ejemplo, alrededor de la capital. La Sierra del Guadarrama, el Valle del Paular –en este caso Rascafría en concreto– son sitios donde un paseo en raquetas o un pueblo con nieve, cubierto por una sábana blanca impoluta, donde vas a poder sentir el crunch de la nieve bajo tus botas, son una realidad varias veces al año.
Aunque ningún meteorólogo elige el pueblo de España donde más nieva o el punto de la sierra –es diferente donde más nieva que donde más se conserva, obvio–, en Soria y Teruel se encuentran algunos de los lugares más nevados y deliciosos para pisar nieve en España. También en León. Pero vamos con Soria, la Laguna Negra, un recuerdo del periodo glacial del Cuaternario, que forma parte del Parque Natural de la Laguna Negra y los Circos Glaciares del Urbión, emplazado a caballo de los municipios de Vinuesa y Covaleda. Otros sitios donde, a poco que estés atento al hombre del tiempo, vas a poder disfrutar de la nieve en parajes de fábula.
Deshaciendo tópicos, Málaga es más que las bellas playas. Lo comprobamos a principios de este nefasto 2020, que oculta alguna cosa buena. Pisar nieve en Andalucía es posible más allá de Granada y Sierra Nevada. La Maroma, a 2.069 metros de altitud, es la prueba. Eso sí, es crucial que en cuanto sepas que ha caído nieve, cojas a los tuyos y salgas rápido a disfrutarla por el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, entre Granada y Málaga.
Quien diga que los inviernos en Asturias son duros está en lo cierto, pero también son disfrutones. Tentaciones en blanco que no fallan. Para muchos los planes de nieve son el único consuelo cuando bajan las temperaturas, y de esos Asturias puede presumir de ir bien servida. Entre los picos nevados de la Cordillera Cantábrica encontramos estaciones de esquí, aldeas sacadas de cuento de Navidad, cascadas y lagos helados, bosques solitarios, praderas alpinas e incontables rutas para recorrer. El remate, una aldea eco de alucine, Caleao (Caso).
Jaca, primera capital del reino de Aragón, repleta de cultura, amada por los extranjeros como Edith Wharton; venerada por los primeros reyes de la Corona de Aragón, lugar de patinaje y esquí, con una ciudadela donde los niños alucinan ante los ciervos. Los días de nieve, tras las pistas, los muñecos a las puertas. Y un poco más allá, para quienes prefieren misterio e historia a esquí, el románico del Monasterio de San Juan de la Peña y las iglesias de Santa Cruz de la Serós. Inolvidables los días de invierno en esos lares.
Para ir a Beret y a Arán no hace falta ser un esquiador pudiente. El turismo de la memoria ha recuperado una de las rutas por la que escapaban judíos y antinazis de la Gestapo de Hitler. En moto de nieve, hasta el santuario de Montagarri, la evocación de aquellas tristes jornadas escapando de la brutalidad nazi, encoge aún el estómago. Las rutas del proyecto Perseguidos y Salvados en invierno, cuando la nieve amenaza, son una lección. ¿Sabías que los israelíes son la segunda nacionalidad de turistas extranjeros que recorren el Pirineo de Lleida? Imagina. Mira.
Los valles de Bujaruelo y Otal, frente al Parque Nacional de Ordesa, pero sin multitudes, son uno de esos lugares que justifican por qué la montaña es una obsesión adrenalínica para millones de personas. Conquistar las alturas a menudo encierra una actitud ante la vida. Ordesa cierra en invierno, pero descubrir a sus parientes de al lado, es más que una aventura. Con nieve o a la puerta de las primeras nevadas, para ti y los tuyos solos, sin colas para trepar a la cola de caballo. Paseando por Torla sin tener que hacer filas por sus calles. Mágico.
Hemos dejado para lo último una joyita, las postales invernales favoritas del gran Alfredo Merino. A tu disposición, diez lugares con nieve en España, de Siberia al Canadá sin cruzar los Pirineos. Desde León a Sierra Nevada, pasando por la Sierra y los pueblos de Balsaín, hasta los Pirineos catalanes y aragoneses. Es una sugerencia magnífica para tiempos en los que cruzar fronteras se ha complicado.
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