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Qué ver en Ciutadella de Menorca

Un paraíso balear con un pasado agitado

19/11/2024 –

Actualizado: 12/01/2024

Fotografía: Hugo Palotto

La ajetreada historia que han experimentado las Islas Baleares tiene en Ciutadella de Menorca uno de sus máximos representantes. Este enclave mediterráneo, convertido en un referente turístico internacional, cuenta con fortalezas, casas señoriales y edificios religiosos que muestran cómo su ubicación estratégica hizo que todas las civilizaciones la quisieran para sí.
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La antigua capital de Menorca es uno de los mejores exponentes del turismo que experimentan las Islas Baleares. Lugar de referencia gracias a la amplia oferta de alojamientos con la que cuenta, las calles rezuman historia con vestigios de todas las civilizaciones que han poblado el municipio a lo largo de los siglos, una combinación que convierte al municipio, además de un destino propio, en el campo base ideal para conocer el resto de la isla. Aquí puedes conocer esos espacios de visita obligada si quieres descubrir cómo ha evolucionado el oeste menorquín durante tu visita a Ciutadella de Menorca.

Ciutadella Menorca

1. Plaza del Born

Se trata del punto de partida de cualquier ruta que quiera conocer el Conjunto Histórico del centro de Ciutadella. Por el perímetro de la plaza se distribuyen varios de sus edificios más ilustres como el Palacio Torre-Saura -gran edificio ejemplo canónico de neoclasicismo civil- y el Palacio Salort -del mismo estilo y también propiedad del conde de Torre-Saura-. El centro de la explanada, donde se respira un profundo olor a pino a Mediterráneo puro, lo ocupa un gran obelisco de 22 metros de altura que recuerda la batalla contra los turcos de 1558, uno de los enfrentamientos más notorios de los muchos a los que se ha visto sometida la isla a lo largo de su historia.

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Además, aquí se emplaza durante los meses de verano un mercado de artesanos -de 19:00 a 23:00- en el que adquirir esos souvenirs con personalidad que mantendrán un vivo recuerdo de la estancia en la mediana de las Gimnesias.

2. Ayuntamiento

Ubicado en la propia plaza del Born, el edificio del Ayuntamiento merece un punto aparte. Además de acoger la sede administrativa de la isla, el edificio que hoy ejerce estas labores es uno de los mejores exponentes de la evolución de Ciutadella. A pesar de que el edificio actual comenzó a emplearse para estas funciones en 1925, su origen como estructura de mando data de la época de presencia musulmana en la isla, quienes decidieron construir una fortaleza -qasr- en este espacio que desembocó en el Real Alcázar con la alternancia en el dominio de Menorca. Con el paso de los años, el edificio se convirtió en el Palacio del Gobernador hasta 1865, momento en el que se cedió al gobierno municipal y acometer la reforma que dio lugar a la estructura actual de la mano de el arquitecto catalán Enric Sagnier i Villavecchia. El Saló Gòtic resulta el mayor reclamo del interior, espacio en el que se aloja la curiosa galería de retratos de los Hijos Ilustres de Ciutadella.

Ciutadella Menorca

3. Catedral de Santa María

Sin duda, el edificio religioso más importante de la localidad. La catedral de Santa María se construye en honor Alfonso II el Liberal tras la conquista de la isla, en 1287, en el espacio que ocupaba la antigua mezquita musulmana. Su larga construcción durante el siglo XIV se desarrolla siguiendo los patrones del gótico catalán característico de algunos enclaves mediterráneos, aunque se conserva el minarete del templo musulmán, convertido en la torre del campanario. Destacan su vetusta estructura exterior, con apenas entradas de luz, y puertas como la de Llum, con capiteles decorados con relieves de animales quiméricos con los escudos de Aragón y Ciutadella, o la portada neoclásica de la puerta mayor, construida sobre la original gótica. Ya en el interior, hay que detenerse a observar la capilla de les Ànimes, una de las primeras construcciones barrocas de la isla.

Catedral Menorca

4. Casas señoriales

A lo largo de Ciutadella se distribuyen diferentes casas señoriales pertenecientes a las familias más notorias de Menorca. Una de ellas es Can Saura -Museu de Ciutadella en la actualidad-, de finales del siglo XVII y a principios XVIII y perteneciente a la familia de maestros de obras Amorós. Al igual que otras residencias homólogas, estas propiedades resultan de la unión de diferentes casas unificadas en la fachada, en este caso, destacando su coronación con ventanillas separadas por columnas y una cornisa volada de profusa decoración. En el caso de Ca n’Olivar, la fachada con pilastras almohadilladas y una cornisa con dentellones coronada con un frontón liso indica las influencias estilísticas del siglo XVIII. Por su parte, Cas Baró de Lluriach, el palacete más antiguo de la ciudad, en cuya sobria decoración apenas se esbozan algunos elementos barrocos que comenzaban a verse durante los últimos años del siglo XVII.

Ciutadella Menorca
Ciutadella Menorca

5. Iglesia del Roser

Para muchos, esta iglesia cuenta con la fachada más hermosa de toda la isla. Su construcción con la característica piedra de marés, icono de las Islas Baleares, aporta calidez a la construcción y sus elementos ornamentales. A pesar de que su construcción data del siglo XV, el edificio que se observa en la actualidad es obra de la familia Amorós, quienes la concluyeron en 1750. Actualmente este espacio está regentado por el Museu de Ciutadella y es una de las salas de exposiciones más destacadas de todo Menorca.

Igelsia Roser CIutadella Menorca

6. Puerto de Ciutadella

A lo largo del puerto se disfruta de uno de los mejores paseos de toda la isla. La perspectiva de las embarcaciones de pesca da ese aire de nostalgia mediterránea que se acentúa durante las horas del crepúsculo, un momento ideal para recorrer esta parte de la localidad. Además, en algunos momentos del verano se puede ser testigo de uno de los acontecimientos naturales más peculiares de este mar. Se trata de la rissaga, un fenómeno con el que el nivel del mar sube exponencialmente en apenas unos minutos si se dan las condiciones meteorológicas adecuadas. La fuerza de este episodio ha causado estragos en la flota que amarra en el puerto de Ciutadella y desde 2011 se ha instalado un dique minimiza los daños, aunque se sigue apreciando cómo, de repente, el Mediterráneo gana metros a la isla.

Puerto Menorca

7. Castillo de Sant Nicolau

Estratégicamente ubicado en la bocana del puerto, la torre de vigilancia que supone el castillo de Sant Nicolau lleva guardando la costa menorquina desde su construcción en 1680. A pesar de su robusta vista exterior, en la que la planta octogonal se aprecia a simple vista sobre el foso que la rodea, la cariátide y el atlante de la portada de 1990 dan un aire de amable a la estructura. Conviene entrar para subir hasta la terraza que la corona y admirar una de las mejores vistas de Ciutadella y la línea costera de Menorca.

Sant Nicolau Ciutadella

8. Faro de Punta Nati

El sendero hasta el faro de Punta Nati anuncia que se está llegando a uno de los puntos más especiales de Ciutadella. Un paisaje casi lunar en el que apenas se divisan unas cuantas ovejas que aprovechan la escasa vegetación que crece en el entorno rodea el conjunto del faro, construido a principios del siglo XX debido a los constantes naufragios que se daban en este punto de la isla debido a las fuertes corrientes y vientos de tramontana que azotan el norte de la isla.

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El camino, flanqueado por muretes de piedra seca, es uno de los más transitados durante los meses de mayor afluencia turística, ya que desde aquí se puede contemplar una de las mejores puestas de sol de Menorca. Si se decide acudir a despedir al sol en este enclave, conviene hacerlo con alguna prenda de abrigo independientemente de la estación debido a los mencionados vientos, que hacen de este punto de la isla uno de los más frescos durante todo el año.

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9. El sabor de Ciutadella

Las Islas Baleares conjugan un recetario tradicional que combina producto propio del Mediterráneo que baña sus costas con otros procedentes de las huertas del interior. Uno de los mejores espacios para probar algunos platos icónicos en Ciutadella es 'La Guitarra' (Solete Guía Repsol), ubicado en una suerte de cueva en el centro del municipio y donde la presencia de vecinos de la localidad en sus mesas y el ambiente familiar contrasta con el alto volumen de turistas. Aquí reinan en las comandas el tumbet, la escalivada o el frito mallorquín, recetas que al primer bocado indican dónde se está. A pocos minutos, en Cala'n Blanes, se sitúa 'Sa Cova', local histórico en la zona gracias a sus buenos platos marineros y vistas al mar como acompañamiento de lujo.

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A la hora de comprar ese souvenir gastronómico con el que llevarse un pedacito de la personalidad de la isla y descubrir su sabor a los invitados, por todo el casco histórico de la ciudad se distribuyen un buen número de tiendas especializadas en embutidos y quesos autóctonos. A lo largo del camí de Mao, una de sus principales arterias comerciales, varios comercios llenan sus escaparates con quesos de Mahón y sobrasadas artesanas dispuestas a hacer las delicias a la vuelta de la escapada, recordando cada poco tiempo las delicias menorquinas en el paladar.

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